De dar servicio a 600.000 usuarios en España en 2014 a más de 1,5 millones en 2015. Esa es la previsión que maneja Arnau Muñoz, director general de la plataforma Airbnb en España y Portugal.
La web fundada en California en 2008 está creciendo de manera exponencial en España. Su papel es poner en contacto a particulares que alquilan sus habitaciones o sus viviendas con posibles clientes procedentes de cualquier parte del mundo.
Muñoz sostiene en declaraciones a Efe que el servicio no va dirigido a profesionales, sino a particulares, y que su actividad no puede entenderse como de apartamentos de uso turístico ya que la gran mayoría de los anfitriones que alquilan sus habitaciones o viviendas lo hacen de forma esporádica y como una ayuda adicional, tal como recoge Expansión.
Con todo, el desarrollo de Airbnb, y de este mercado en general, tiene en pie de guerra al sector hotelero y a determinadas administraciones. De hecho, la Generalitat de Cataluña ya ha impuesto sendas multas a la plataforma de 30.000 euros y otra de 1.500 por ofrecer pisos turísticos ‘ilegales’.
Por eso, Muñoz defiende una regulación que propicie seguridad jurídica al sector y que se reconozca “por fin” que se trata de una actividad generada por particulares.
Airbnb está presente en 35.000 ciudades de 190 países y ha dado servicio a más de 40 millones de personas en todo el mundo. La plataforma ofrece en España 100.000 anuncios.
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