Este digital daba este jueves una noticia aparentemente similar a todas las demás: Booking, afirmaba, ataca a Airbnb al abrir su portal al alquiler de pisos, apartamentos y casas de particulares comercializadas on line. En efecto, ahora el mayor comercializador de alojamientos de Europa también ofrece el mismo tipo de productos que se encontraba en Airbnb o en cualquier otro portal de ese tipo. Parecía, hasta ayer, que los productos clásicos, los hoteles, los comercializaban los portales de las agencias de viajes y que el alojamiento emergente, más informal, iba a ir a través de los portales nuevos, como Airbnb. Una diferencia significativa, porque muchos usuarios, por más que hayan leído que Airbnb es de fiar, no terminaban de dar el paso. Pero ahora no han de moverse, en su portal de siempre, allí están los apartamentos y los pisos turísticos.
Airbnb probablemente notará el efecto de esta competencia nueva, pero para mí este es un salto cualititativo para la economía de la hostelería tradicional; es el ataque frontal al negocio que conocíamos, tanto hotelero como de agencias de viajes, actividades que crean empleos, que tienen permisos, que están totalmente regulados por las administraciones.
No es la única noticia que acorrala a la hostelería. Esta misma semana, la Generalitat de Cataluña anunciaba la liberalización total del negocio de los apartamentos y pisos turísticos, con la única exigencia de que pasen por los canales legales y paguen una tasa de menos de euro por noche y cliente. Es decir: barra libre.
Estas dos noticias combinadas suponen de alguna manera la puesta de largo de una realidad que ya se percibía pero que significa la irrupción de miles y miles de plazas de alojamiento no convencional en el mercado. Miles y miles de plazas que entran en una situación que prácticamente significa la liberalización completa del mercado, dejando de lado también a los canales tradicionales del turismo.
Ahora, las administraciones tendrán que resolver varios problemas. El primero de ellos es liberalizar a los hoteles. ¿Qué sentido tienen que tengan que ser inspeccionados por las consejerías de Turismo? En un mercado libre, cada uno ofrece el producto que desea. Lógicamente, si un hotel no da lo que promete, no será una consejería quien lo sancione, sino el mercado. ¿Qué sentido tiene pedirle a un hotel tal o cual ratio de zonas verdes, cuando los apartamentos hacen lo que quieren? Por lo tanto, parece evidente que entramos en una situación de mercado libre.
En segundo lugar, tras estas novedades, parece obvio que las pocas consejerías de Turismo que hacen como que controlan la comercialización de pisos, apartamentos y casas de particulares, deberían dejar de hacerlo. En realidad, salvo de palabra, nunca se ha controlado nada. Hay alguna consejería que decía que no encontraba los apartamentos, quizás porque no tienen acceso a Internet.
En tercer lugar, ya nos convendría empezar a investigar métodos eficaces para el control fiscal de esta actividad. Francamente, a mí no se me ocurre una forma eficaz de hacerlo. ¿Cómo se puede controlar que un apartamento se ha alquilado toda una semana o sólo un día? ¿Cómo se puede determinar el precio al que se ha pagado? ¿Van las autoridades de España a controlar con un ejército de inspectores? ¿O van a entrar en las páginas de Internet a ver los precios para contrastarlos con las declaraciones de impuestos?
En cuarto lugar, las agencias de viajes tradicionales quedan otra vez al margen de este nuevo negocio, en lo que es una situación que agrava un drama en ciernes.
Pero lo más serio, sin embargo, es la necesidad de prepararse para cuando las cosas vayan mal. Este será un verano récord, donde a nadie importa cuánta oferta se está introduciendo en el mercado. Pero si hay una retracción del mercado, entonces nos deberemos enfrentar a un problema espectacular cuya vertiente más preocupante es que el negocio particular puede sobrevivir con precios muy bajos, mientras que la hostelería tradicional, con costes más altos y compromisos laborales, va a ser la que sufra.
MUY FACIL --> Que estos portales sean los que recauden para los ayuntamientos donde tienen presencia.
Se trata de que al propietario le retengan el % correspondiente como hacen los bancos con los intereses.
Esto supone por supuesto que le cobran al cliente esa parte en elm momento de hacer la reserva.
CREO QUE MAS QUE OPONERS (no tiene solución), LO QUE HAY QUE HACER ES BUSCAR FORMULAS QUE LO HAGAN CONTROLABLE Y QUE CUMPLAN CON SUS OBLIGACIONES FISCALES
Hay que regular esa actividad, portales, propietarios y usuarios deben pagar sus impuestos.
Es injusto con los hoteles y con las agencias que ese negocio siga sin control.
Eso solo fomenta la economía sumergida.
Siguiendo la lógica de que no se pueden poner "puertas al campo", como no se puede atajar las actividades ilegales (drogas, violencia de género, prostitución, corrupción, etc...) regulemoslas, y pongamosles unos impuestos. Y ya está, Viva la libertad.
Y si mejor se sumerjan los ayuntamientos intermediarios, para pasar a un modelo de economía emergente de bien común, donde el impuesto se transforme en algo no-impuesto, sino voluntario, como en crowdfunding de los recursos públicos.
Bienvenido al futuro de los wikigobiernos !
Buenas tardes:
Algunos no lo entendemos, tenemos que tener un seguro que vale muy caro, hay que registrar a los viajeros con la policía, tenemos que cumplir normas contraincendios, seguridad, robo, cámaras, tec...
Tenemos que pagar impuestos y seguridad social, mas otros.
Y además dar calidades y servicios.
Pero se va a permitir que todo el que tiene un piso vacío, se un alojamiento turístico en España y esto es una viña sin vallado, esto es una vergüenza y que siga el dinero negro y contrataciones sin asegurar.
Esta España es el país de los pobres.
El mundo cambia! Desde siempre, cambian los tiempos, cambian los mercados, cambian las costumbres y sinceramente pienso que en este caso a mejor. He usado Airbnb, experiencia fantastica, aparte de una anfitriona he encontrado alguien que me explicaba que ver y hacer con un toque personal, me ha incluido en actividades con sus amigos etc. Aparte de ser mas barato es una experiencia mucho mas humana!
El apartheid era LEGAL pero era injusta! La homofobia en algunos paises es LEGAL pero es injusta! Defender los derechos del gran capital es LEGAL pero es injusto! A los ciudadanos de a pié se le peohibe todo lo que no le conviene al poder. Así que nos encontramos con el derecho de bancos, gobiernos y otras instituciones a los que se les permite "robarnos legalmente"!