María José, Sandro, Son Antem, Cuba…

María José Hidalgo y Sandro Cristoferetti son, en efecto, amigos. Pero muy amigos. Y socios. Concretamente en un proyecto turístico residencial en Cuba. Antes del verano fueron a la isla antillana para ver cómo iba el proyecto que tienen entre manos en las proximidades de La Habana, camino a Varadero.

Cuando el avión que pilotaba precisamente el primer marido de María José iniciaba la maniobra de aproximación al aeropuerto de Boyeros -o José Martí- ésta y Sandro le comentaron “mira, mira, esos son nuestros terrenos, ahí irá el campo de golf, y más allá el hotel, y al lado, las casas”.

La relación afectuosa de la directora general de Air Europa y el accionista mayoritario de Son Antem data de hace más o menos dos décadas, cuando la hija de Hidalgo ya se relacionaba con las fuerzas vivas de Mallorca, incluida la entonces poderosa política de Unió Mallorquina, María Antonia Munar.

Sandro Cristoferetti también estaba muy relacionado con algunos personajes influyentes de la Isla, como el exsecretario de Estado de Seguridad y posterior secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida. María José tejía sus relaciones por un lado y Sandro, entonces dueño de la concesionaria Germovil, por otro.

Los dos congeniaron mucho y decidieron hacer inversiones conjuntas. La ocasión se les presentó en Cuba hará ya unos tres lustros. Allí viajaron a ver terrenos en compañía del entonces director general de la Caja de Ahorros de Baleares, Pere Batle. Fue un viaje ameno cargado de anécdotas.

En el país comandado por los hermanos Castro, el grupo turístico del que forma parte María José Hidalgo ya estaba presente con hoteles y con la operativa de Air Europa, mientras que Sandro Cristoferetti también trabajaba con un par de negocios, entre ellos la representación de Heinecken y empresas de tabaco.

Pero los dos acordaron no solo concentrar sus inversiones en el país latinoamericano que más pasiones despierta en todo el mundo. Y entre los proyectos que tuvieron entre manos, analizaron la entrada del grupo en el hotel de Sandro, Son Antem, y que la cadena Marriott estaba gestionando con poco éxito.

Evaluaron los pros y contras de la operación, pero al final apareció la opción de Iberostar y Sandro se decantó por esta cadena porque a Miguel Fluxá lo considera “como un hermano mayor”. Iberostar apostó con fuerza y los frutos dieron resultados. Pero Cristoferetti necesitaba dinero y recurrió a María José.

La hija de Hidalgo estuvo receptiva y se movió con entidades financieras para solicitar un préstamo dado que el grupo del que su padre es el principal accionista no estaba en condiciones de asumir la inversión. Tras varios meses de contactos, la hija de Hidalgo encontró crédito y a título personal entró en Son Antem.

El hotel lo va a explotar la hotelera de Globalia. Todo un reto para Be Live porque el producto no es fácil de llevar. Con Son Antem, el grupo de los Hidalgo ya dispone de dos campos de golf en la Isla. Y de dos hoteles de alta gama, uno de los cuales, el de Playa de Muro, está a la venta. Paradojas de los business.