Domitur ha sido noticia estos días por su venta a un operador de Oriente Medio que se quiere posicionar con fuerza en América Latina, tal como adelantó este digital (DOTW compra Domitur). Los artífices de la venta tienen nombre y apellidos y son, o eran, sus propietarios: Fernando Gómez y Roberto Salcedo.
Pero esta agencia basada en Dominicana que ha venido siendo gestionada tanto desde allí (Salcedo) como desde Madrid (Gómez) tiene su historia, su vida, y el alma mater de ella fue hasta su muerte uno de los pioneros del turismo español en la antigua Hispaniola, Clemente Gómez.
Domitur la puso en marcha en la capital dominicana Clemente Gómez hace unas tres décadas, cuando apenas si habían aterrizado las grandes cadenas hoteleras hoy dominantes en todos los polos turísticos del país, y lo hizo como receptiva de una buena parte de los operadores españoles.
Gómez, un profesional reconocido y una persona muy querida por los veteranos del sector turístico, logró que Domitur fuera la agencia de operadores competidores gracias a su buen hacer y bonhomía. En España contaba por aquel entonces con Turvisa y alternaba el negocio turístico con la representación de productos medicinales.
A su muerte, su sobrino Fernando y su delegado en Santo Domingo, Salcedo, compraron Domitur y poco a poco, sin prisas pero sin pausas, partido a partido -Salcedo es del Atleti- fueron dándole contenido hasta situarla en una de las más punteras del país y del Caribe.
Clemente Gómez padre merece ser recordado no sólo por haber gestado Domitur sino también por su apoyo al turismo dominicano y por su señorío. Sus continuadores lo adoraban y su hijo del mismo nombre ha montado una cadena hotelera con grandes aspiraciones, Urban Dreams.
Tambien un gran profesional es y será Fernando Gomez.
Cuanto deberian aprender de él, los empresarios del sector.