El consejero delegado de IAG, Willie Walsh, percibió en 2015 una retribución total de 8,87 millones de euros, un uno por ciento más respecto al año anterior. Esa cantidad se ha cuadruplicado desde 2011, con la fusión de Iberia y British Airways que dio lugar al ‘holding’, según recoge el informe elaborado por la compañía.
La retribución en efectivo de Walsh fue de 1,16 millones de euros como salario fijo. Una cantidad a la que se sumaron los complementos salariales sujetos a tributación (37.000 euros) y las aportaciones a su plan de pensiones (236.000 euros), apunta Europa Press.
Este informe sobre la remuneración a directivos, también especifica que el director financiero de la empresa, Enrique Dupuy, recibió unos tres millones de euros en 2015, con un sueldo base de 721.000 euros.
Por su parte, el consejo de administración de IAG, integrado por 13 miembros, percibió una retribución total de 15 millones de euros en 2015 frente a los 13 millones de euros de un año, lo que supone un 15 por ciento más. Los costes salariales totales del grupo durante el 2015 fueron de 4.905 millones de euros, un 13,4 % más que en el ejercicio anterior.
Eso eso, y luego a los nuevos copilotos de iberia pagándoles sueldos miserables, y este tio por estar sentado cobrar lo que cobra.
Vergonzoso
WW no cobra lo que cobra por estar sentado sino por, entre otras cosas, haber puesto en su sitio a los pilotos de IB, que hacían lo que querían en las cabinas. La compañía ha pasado de ser la más impuntual de Europa a ser la más puntual. De ahí los "bonus" que le dan.
Iberia ha pasado a ser la compañía más puntual de Europa y la segunda del mundo en cuanto se han programado los vuelos, escalas y descansos de una forma consistente con lo posible, y se ha dimensionado su plantilla conforme a ese programa de vuelos.
W.W. no ha metido en cintura a nadie, más bien al contrario, en cuanto se ha dado cuenta del capital humano que tiene en Iberia, se ha apresurado a ofrecer un proyecto, este sí, "ilusionante", a los pilotos de la que fue compañía de bandera de España.
Ahora debe consolidar esa ilusión devolviendo el esfuerzo que ha exigido a sus empleados en la época de la crisis creada cuando la gestión de Iberia tenía como único propósito su descapitalización en favor de British Airways.
Los tiempos han cambiado, mal que pese a algunos.