Los inspectores de la Consejería de Turismo de las Islas Baleares han paralizado todas las visitas que realizan in situ (aunque siguen realizando trabajo de oficina) como medida de protesta ante el cambio en la forma de cobrar el kilometraje del personal que se desplaza, tras ser incluidos estos pagos en la nómina y por tanto, tras pasar a formar parte del tributo del IRPF.
Según medios locales, el pago es de 0,33 euros por kilómetro (cantidad estancada desde el año 2004), y que es considerada insuficiente por parte de los trabajadores, lo que ha provocado el parón. Desde la Consejería de Turismo, señalan, se está trabajando para solucionar el problema para que los inspectores puedan volver a realizar las visitas lo antes posible.
Para la directora general de Turismo, Pilar Carbonell, se espera “encontrar una solución en los próximos días y que la campaña de inspección de cara a la temporada turística se pueda iniciar con normalidad”, por lo que se producirá una reunión entre la Consejería y Función Pública antes del fin de semana. Pese a ello, ha asegurado que no se vulnerará la ley y que no se puede ir en contra de lo señalado por el interventor.
Por otra parte, en las Islas sigue a la orden del día el tema de la aprobación del impuesto turístico y que tiene a los agentes del Sector y touroperadores en contra (Los agentes alemanes rechazan la ecotasa balear). En este sentido, la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, aseguró este miércoles que la ecotasa “ha sido un castigo al sector hotelero”. Respecto a la votación en el pleno de antes de Semana Santa (Baleares aprobará la ecotasa en el pleno de antes de Semana Santa), medios locales han asegurado que el Partido Popular está valorando una abstención, aunque todavía faltan flecos por cerrar en las reuniones.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo