Esta semana que acaba, el centro de Palma de Mallorca amaneció lleno de pintadas contrarias a la presencia de turistas en la isla. "Stop guiris", "El turisme destrueix la ciutat" (“El turismo destruye la ciudad”) y "Refugees Welcome, tourist go home", son los mensajes que ensucian diversos edificios del casco antiguo de la capital del archipiélago que vive del turismo desde los años sesenta.
Al margen de la falta de respeto por el patrimonio histórico sobre el que plasman las pintadas, el problema que revelan estos actos vandálicos no es que haya alguien contrario al turismo, que siempre puede existir, sino que ese alguien parece ser un síntoma de un problema más general. En efecto, la repulsión al turismo está bastante extendida en ciertos círculos sociales de Mallorca, aunque parezca contradictorio con lo que deberían ser los intereses generales de la mayoría de los ciudadanos.
Es lógico, pues, en concordancia que estas posturas, que algunos integrantes de los gobiernos regionales y de sus partidos políticos hablen en tono agresivo hacia el turismo, que creen impuestos que lo desincentiven o que vayan a las ferias turísticas a decir que hay que reducir el número de visitantes. Es parte de lo que piensa una parte de Mallorca, aunque no siempre lo diga a gritos.
Como habrán notado en las pintadas, no se trata de una postura contraria a los extranjeros, sino sólo contraria a los extranjeros que pagan por venir a Mallorca; en cambio, los inmigrantes que tienen problemas económicos o de otra índole son recibidos por estas mismas personas, con los brazos abiertos. Exactamente el programa electoral de ciertos partidos políticos, sobre todo de la izquierda.
En la derecha no existe una animadversión generalizada, pero sí que hay muchas críticas –más veladas que explícitas– hacia los hoteleros, que han sido motores del crecimiento económico de la región.
Analicemos esta situación y los efectos que genera.
En primer lugar, lo elemental: pongámonos en el lugar de un turista europeo que se encuentre con esos carteles tan poco amistosos. Yo he viajado bastante y no recuerdo ni un lugar en el mundo en el que los turistas sean rechazados. Aunque más no sea que por educación, jamás he visto carteles diciéndome que me vaya. Simplemente increíble y más en un lugar que vive del turismo.
En segundo lugar, ¿qué tratamiento general puede esperarse que dé la sociedad al turismo cuando una parte de ella se manifiesta así y, lo más serio, nadie reacciona? Desde luego, el mensaje no es el de esmerarse en la atención.
Tercero: lo peor es que Mallorca (y Baleares en general) dependen absolutamente del turismo. Las últimas estadísticas indican que casi todos sus ingresos provienen del turismo, de forma que una postura de esta naturaleza tiene como mínimo la contradicción de no resolver el problema de la economía. Si los turistas se marcharan, ¿dispone alguien de una alternativa seria que proporcione ingresos a los residentes en la isla? Al menos en cantidades suficientes como para poder mantener una economía saneada.
Y cuarto: cuando esto ocurre hay dos comportamientos posibles. O se rechaza contundentemente este tipo de conductas o, si en el fondo se cree que tampoco es algo malo, se calla y deja que se extiendan estas posturas. Lo que está sucediendo es lo segundo, lo cual indica una absoluta inconsciencia colectiva. ¿Dónde están los líderes sociales que deberían hacer un llamado de atención sobre cómo estamos haciendo las cosas?
Dicho esto, por supuesto que el turismo, como toda otra actividad, necesita ser gestionado con cuidado. Por ejemplo, es lamentable que en el casco antiguo de Palma, por la ausencia de todo control, haya habido momentos en los que el número de personas intentando vender productos a los turistas superaba el número de turistas; por supuesto que hay que regular para que no haya avalanchas de turistas con coches a la ciudad cada día que llovizna; por supuesto que hay que poner orden en el crecimiento desenfrenado que supone la incorporación de miles y miles de pisos particulares a la oferta turística; por supuesto que hay que limitar ciertos negocios y ciertas actividades que son incompatibles con el desarrollo de una vida normal para los residentes. Pero eso no es responsabilidad de los turistas sino nuestra, de nuestros políticos. Por cierto, alguno de los cuales puede considerarse simpatizante con esta hostilidad al turismo.
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Esos cretinos que dicen no querer turistas tienen que saber que tienen luz en las calles, y hospitales y carreteras y todo los servicios gracias a esos turistas a los que desprecian. Seguramente ellos también viven gracias al turismo. Si no vinieran turistas estaríamos como en Túnez o Egipto, que los desean, pero no llegan. Y a los refugiados a los cuales les dan la bienvenida ¿quién y cómo se les pagaría su estancia y los gastos que acarrean?
Yo como empresario turístico NO DIGO NO a la llegada de turismo a Baleares. El Turismo es el motor de la economía BALEAR....Indiscutible, palpante e histo´rico, ya que se arraiga haya por los años 50. Todo correcto.
Lo que si cunde pánico es el modelo que hemos seguido y que debemos cambiar entre todos. La SOBREOCUPACION, no solo en nuestros hoteles, si no también en las playas, en las carrteras, en la Ciudad, junto a un tipo de cliente NOS HACEN SUFRIR UN DESGASTE de materiales tales como asfaltados, accidentes, llenos en los Hospitales, falta de sangre, absurdo consumo de agua potabilizada, suciedad en las playas, llenos absolutos de nuestros espacios como Balears...falta de conciliación del descanso, robos, atracos, etc.etc. hacen que se pase de una buena temporada a un caos total. Y esto no es bueno, ni para el cliente y mucho menos para nosotros los nativos.
Ganamos dinero y mucho con el turismo, da trabajo (obsolet...pero da trabajo) y enriquece a unos cuantos a niveles insospechados y nos mantenemos otros con dignidad. Todo esto es cierto...pero el Turismo de Jovenes, de borrachera, de Disco, de masas....no aportan mucho. Es mas, aportan que clientes de nivel NO VENGAN. Hay que comenzar a mediar, a controlar que tipo de clientes queremos o necesitamos, y que las temporadas se alarguen y dejen de ser un cuello de botella en los dos meses de jULIO Y AGOSTO. sI QUEREMOS CRECER, LO HEMOS DE HACER EN TIEMPO...Desde Enero a Diciembre y repartir las entradas y por supuesto, los meses de Junio, Julio, agosto y septiembre deben cubrir los costes o perdidas de los meses de tempoda baja. Solo así conseguiremos un turismo sostenible, una sociead tranquila, un alargamiento de personas en activo y trabajando y unas Islas precioas y denominadas de toda la vida como las ISLAS DE LA CALMA. Hoy por desgracia son todo o contrario incluso para nuestros clientes que se quejan desde el primer día que llegan hasta el ultimo en que se van. NO CABEMOS TODOS Y ESTO LO SABEMOS TODOS. el servicio que podemos dar es regular y esto al final se paga. hay que empezar a cuidar la gallina de Huevos de Oro...porque un día puede dejar de poner y no tenemos otra Industria.
Cuidado Sres. Políticos,
No jueguen con lo que nos da de comer!!!!!
Ai mare..cuanta gente aun se cree que estos que nos gobiernan les van a dar paga para toda la vida...hablo del tripartito sisi...mes,podemos y los vendidos del psib.
Es facil soliviantar a la masa en favor al rechazo al turista, al que le extrañe es es que desconoce la realidad social, laboral y salarial de baleares.
¿Riqueza? Hablemos de personas. Salarios horrorosos. Horarios patéticos. Conciliación familiar y laboral imposible. Empresarios usureros. Porque no nos engañemos, si analizamos la masa que trabaja el turismo hay una legión de pseudo esclavos (desde esos que estan en un booking hasta horas intempestivas hasta aquellos que limpian habitaciones o sirven platos o copas) que no vive de él. Malvive de el. Y ni huele la riqueza.
Obviamente hay un problema de fondo, político, que va mucho más de la ecotasa. Derechos laborales. Formación. Infraestructuras, etc, etc. En fin, no os cuento nada que no sepáis...
Y lo coj... es que el autor de este articulo nos diga que encima de cornudos apaleados y que pongamos la otra mejilla. No funciona así. Si queremos turistas bien cuidados necesitamos que los que los cuidan este contentos. Si no, así es imposible...
No es problema de TURISTAS, SINO DE LA CANTIDAD DE TURISTAS y el como está creciendo los números en las islas, es un problema de la masificación que se ha propiciado y el crecimiento tremendo que se ha promovido, que está rompiendo el equilibrio en ciertas zonas y empiezan a haber cuestiones sufridas por los residentes.
Más plazas hoteleras, más plazas de viviendas vacacionales de alquileres, más cruceros, más y más y más.
En el centro de Palma se está produciendo una gentrificación.
Las infraestructuras se están quedando pequeñas para tanta gente, los precios de todo están subiendo y los sueldos de los residentes NO.
En islas como Ibiza casi imposible el tema del alquiler de la vivienda para trabajadores y jovenes.
El equilibrio está empezando a poderse romper; la muerte de éxito puede ser terrorífica.
Estamos atrayendo cada vez a más inversores y residentes extranjeros de altísimo poder adquisitivos, y a la vez enviando a nuestros hijos fuera.
El problema de saturaciones de coches de alquiler, los problemas de acceso y parking en Es Trenc, las gentrificación del comercio tradicional y la población del casco antiguo de Palma provocada por la avalancha de cruceristas, los problemas de depuradoras, residuos urbanos, necesidades de cables eléctricos, los fondeaderos saturados en agostro de embarcaciones, etc., etc.
Todo eso es consecuencia de un exceso de gente, de un crecimiento.
Quizás va siendo hora de plantarse de una vez en serio los posibles límites de la isla.
Otros posibles debates sobre el tema del reparto de la riqueza lo dejamos para otros foros.
La cosa que se cambia TURISTA por un REFUGIADO. LA cantidad es misma. Sera sobrepopulada la isla, pero de otro tipo de gente. Que se trata gratis en hospitales, recibe su minimo de dinero de SOIB, collegios para sus muchos niños, utilisar carreteras, luz, de calles, por cual no ha contribuido.
Los mensajes no dicen nada de CANTIDAD que nos visita, sino de QUIEN.
Puede que se refieran al mal turismo, en cuyo caso estoy de acuerdo, porque no enriquece, molesta y están destrozando la isla....
En cualquier caso ellos no son los únicos responsables. Cabria saber que es lo que les venden en sus países y de que modo, porque si hacen todo lo que hacen es porque pueden. Mallorca no necesito según que turismo. La playa de Palma y Magalluf es conocida por ser un destino con turismo de borracheras y me indigna, porque hace unos años no era así. Yo iba a estas playas (mi tía tenia una casa en Magalluf) y se podía nadar, pasear por la playa y caminar por los souvenirs al atardecer. Ahora no me atrevería....
Que piensen un poco las personas con capacidad para hacer algo. Están perjudicando la isla con un turismo destructivo y malsano.