Mallorca es el destino más relevante de España en alquiler vacacional. Este tipo de alojamiento en la isla anunciado en Airbnb, excluyendo los núcleos urbanos, atrajo a 83.000 visitantes en 2015, el doble que en 2014 (22.000 viajeros). En total, solo en Mallorca hay 8.000 anuncios de pisos turísticos, una cifra que ha crecido un 60 por ciento en el último año.
“Mallorca es un destino turístico y por tanto hay mucho alojamiento”. Airbnb apuesta por este destino porque “hay mucha demandada”, ha señalado Carlos Lascorz, responsable de Desarrollo de Negocio de Airbnb Marketing Service, quien ha afirmado que ya han “iniciado conversaciones con el gobierno de Baleares” y quién decidirá cuál debe ser la regulación de los apartamentos turísticos en las islas serán “las autoridades locales”.
Asimismo, Lascorz considera que el crecimiento de Airbnb no tiene por qué afectar a la industria hotelera. “No tiene nada que perder. No vamos en contra del sector hotelero”. Además, señala, que “mucha gente no viajaría si no tuviese esta oportunidad de alojamiento”.
“Es muy fácil lanzar el mensaje que la principal causa de la agudización del turismo es una plataforma como la nuestra, pero lo que realmente está provocando un incremento de turistas son otro tipo de dinámicas”, apunta Lascorz.
Esa opinión la comparte también la presidenta de Aptur en Baleares, Irene Perelló, quien cree que ése aumento de turistas se debe a otras políticas como “el anuncio de Estrella Damm, la repercusión que tuvo la publicación en los periódicos ingleses de que Palma era la mejor ciudad del mundo para vivir o los rankings de TripAdvisor en los que califica playas de las islas como las mejores del mundo”.
En los últimos años, Airbnb ha experimentado un rápido crecimiento. Más de 80 millones de personas en todo el mundo utilizan la plataforma para encontrar alojamiento. Pero del 73 por ciento de los viajeros que buscan alojamiento por Internet solo hace la reserva online el 24 por ciento, señala Lascorz.
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