Ibiza está de moda. Todo el mundo quiere viajar allí. En verano aquello es un imán que atrae a la gente. Antes eso llenaba hoteles. Ahora llena los bolsillos de los ibicencos, debido a la incapacidad de las autoridades de Baleares para aclararse sobre qué hacer con el alquiler vacacional. En Ibiza, más que en ningún otro lugar de España, todo se alquila. El Periódico de Ibiza hizo el ejercicio de navegar por la red buscando precios y se encontró estas barbaridades.
Vean: un bajo con piscina, de mayo a octubre, 37.000 euros. Ático de tres dormitorios en Platja d’en Bossa hasta final de temporada, sin jardines, por 30.000 euros, gastos aparte. Apartamento en Marina Botafoch para todo el año, con cocina minúscula integrada en el salón, por 3.000 euros al mes, más cuatro meses de fianza y otro para la agencia (o bien 35.400 euros pagando por adelantado). Piso de 50 metros en Sant Antoni, 1000 euros al mes y dos de fianza. Habitación en Ses Figueretes, 600 euros al mes.
¿Se explican la indignación social? ¿Entienden por qué los funcionarios del Estado huyen de Ibiza al no poderse pagar el alquiler? En Ibiza, y sólo en Ibiza, los sindicatos y las patronales se han puesto de acuerdo en pedir el final de esta locura y exigir del gobierno primero que legisle y después que haga cumplir las normas.
Cualquier lector se puede imaginar los dramas humanos que se producen entre los trabajadores normales, que ven los precios de los pisos como algo inaccesible. Porque en Ibiza, además de turistas, también hay personas normales que trabajan y pretenden vivir. Cada día la prensa publica relatos dramáticos del desastre que se ha generado, gente que no puede soportar la presión, caseros que no quieren a sus inquilinos con rentas bajas, etcétera.
Mientras todo el mundo mira a Barcelona, en Ibiza se desarrolla el verdadero drama. Por eso hay una plataforma de afectados que denuncian la inoperancia pública. La plataforma se mofa de que el Gobierno de la isla diga que dispondrá de 100 mil euros para las inspecciones haciendo la siguiente comparación: “Es como si a un mono le das un lápiz y un papel, y esperas que sea capaz de escribir un libro”, en alusión a que la situación está totalmente descontrolada.
si es para vivir es muy caro, pero estees el mercado, si alguien paga bien para todos. Otra cosa si es para luego subarrendar a los turistas, pero lo importante es utilizar las palabras "economia colaborativa". Una forma para parar esto la hay, controles fiscales que es la cosa mas colaborativa porque es la única forma de redistribución de la riqueza. esta si que es económica colaborativa sin ninguna app y sin ninguna multinacionales en medio.
De rebote, con esas rentabilidades las viviendas pasan de ser propiedades para vivir a ser unidades de negocio o inversiones rentables deseadas. Lo cual provoca que el precio de la vivienda suba y se revalorice, lo que hace más difícil a una familia joven poder optar a una vivienda digna.
El alquiler turístico, y otros tipos de alquileres se están convirtiendo en un cáncer que en las zonas turísticas que ya disfrutaban de un fuerte demanda como destino turístico que beneficia a algunos propietarios y está perjudicando a gran parte de la sociedad. Y que está teniendo consecuencia directa ya en los alquileres no turísticos de largo plazo, y en el mercado inmobiliario.
Y luego andan algunos ilustres políticos inoperantes
como si fueran oráculos, leyendo en las entrañas del
pollo de corral como poner una tasa o como cobrar el
uso de carreteras, suena tan ridículo este contraste
que no se entiende que pagando esto que dicen que se
paga; no tengais los de Ibiza las señales de tráfico
con los piés de oro y las banderolas de plata.
Eso sí, ibicencos; los que sois. Que no se os vea el
que no teneis verguenza por permitir este dessmadre
y luego pedir ayudas para temas de salud, agua; etc.