La privatización del 49 por ciento de Aena se ha convertido en una de las operaciones de más dudoso éxito de cualquier Gobierno español, ya que a los dos años de su venta pública, han sido los fondos de inversión quienes han sacado la mayor tajada del gestor aeroportuario, ya que compraron un paquete por casi 5.000 millones y su conjunto de acciones hoy tiene un valor en Bolsa de unos 10.000 millones, cuestionando así si debiera haber sido el Estado el que se beneficiara de este desfase, en lugar del sector financiero privado.
El 11 de febrero se cumplían dos años de la salida a bolsa de Aena, y en ese breve periodo los títulos se han revalorizado un 130 por ciento, ya que comenzaron a cotizar por un precio fijado de 58 euros por acción, y hoy en Bolsa superan los 136 euros. El bajo precio fijado en el momento de su salida a los mercados también se avala en que en su primera jornada en el parqué se revalorizó un 21 por ciento hasta cerrar en 70 euros, y en que desde agosto, los títulos están estabilizados en torno a 130 euros.
De este modo, los 20.250 millones en los que se sitúa la capitalización bursátil de Aena pueden interpretarse como que la participación del Estado ha doblado su valor respecto hace dos años, pero también como una clara oportunidad perdida ya que las arcas públicas podrían haberse beneficiado en varios miles de millones más de haber demostrado más tino con una operación que por el crecimiento del precio de la acción en su primera jornada y por su medio año estabilizada en torno al mismo precio revelan que posiblemente la valoración de salida no fue la más acertada, dejando de ganar por ello el Estado una cantidad equivalente a los recortes que exige Bruselas y que se traducirán probablemente en subidas de impuestos.
Cuando hace doce meses se conmemoró un año de la salida a Bolsa, el presidente de Aena, José Manuel Vargas, responsable de la operación, dijo que “la salida a bolsa ha sido un éxito, pero es sólo el despegue de una oportunidad histórica para hacer de Aena un líder global asociado al crecimiento de España como gran potencia del turismo mundial”.
Los fondos de inversión presentes en el accionariado son TCI (The Children’s Investment Fund), que dispone de más de un 12 por ciento del capital, junto a otras entidades financieras como Blackrock, Talos Capital, Deutsche Bank y HSBC, entre aquellos que tienen más de un 3 por ciento del capital. Estos fondos, dada la situación, han pedido al Gobierno que ponga más de sus acciones a la venta y pierda la mayoría.
el pp lo tenia todo planeado,para enriquecer a sus amiguitos y lobbys, como con telefonica,endesa....etc pero nadie se manid¡fiesta ni cambia el voto.