Dario Franceschini, el ministro de Turismo italiano, tiene las ideas claras: sí al impuesto a las pernoctaciones turísticas en el país, la debe pagar todo el mundo y no debe estar relacionada con las estrellas del establecimiento sino con el precio que paga el viajero. Vamos, como el IVA, pero con otro nombre.
Según publica TTG Italia, el ministro ha indicado que “el impuesto se tiene que pagar en condiciones de paridad, para que lo paguen todos, y se tiene que implantar de forma directamente proporcional al precio” del alojamiento. El ministro no explicó cómo se evita que la misma estancia tenga un impuesto local o uno nacional.
El impuesto sobre las estancias de los turistas no se aplica en ningún país en estos momentos, aunque en todos los casos sí se aplica la fiscalidad indirecta habitual. En Italia, así como en Francia, varios municipios aplican este impuesto en su término, muy frecuentemente como una tasa local. En el caso de España, el impuesto se aplica en Cataluña y en Baleares, pero no es una norma general.
En algunos países latinoamericanos, no hay impuestos al alojamiento, pero sí se cobra una tasa a los pasajeros que pasan por el aeropuerto, destinada a los costes del turismo.
En el caso de Italia, las discusiones en este tema vienen arrastrándose desde hace años, hasta que el gobierno de Mateo Renzi se pronunció a favor del impuesto que, sin embargo, aún no se ha puesto en marcha.
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