El alquiler vacacional no genera apenas impacto sobre la saturación turística, los precios de venta y el alquiler de la vivienda, según investigadores de la Universidad de les Illes Balears (UIB) que, en un informe, alertan que “las consecuencias negativas del alquiler vacacional (y de Airbnb en particular) han sido exageradas”.
Entre sus observaciones, los profesores de Economía de la UIB José Luis Groizard y William Nilsson, aseguran que el alquiler turístico no explica la subida de precios de arrendamiento del mercado residencial en las islas Baleares. Basados en datos recabados por Airndna (una base de datos que registra la actividad de Airbnb), los investigadores subrayan que el alquiler turístico a través de Airbnbn es menos rentable que el alquiler residencial de larga estancia.
Detallan que los arrendadores de inmuebles de Mallorca obtienen en los cinco meses que van de mayo a octubre una media de 4.744 euros por piso, es decir, algo menos de mil euros por cada mes de temporada. Los investigadores proyectan los ingresos de ese piso que se ofrece cinco meses a turistas sobre los doce meses del año, partiendo para ello de una suposición: que ese piso no se va a alquilar más en todo el año. De ese modo, la rentabilidad en el conjunto del año baja a 395 euros al mes en el caso de Mallorca, que son 538 euros por mes en el caso de Palma y 851 euros en el de Ibiza.
Lo que daría mayor rentabilidad es, según Groizard, los menores gastos que origina el alquiler residencial, respecto al turístico. Por su parte, Nilsson cree que la razón por la que los residentes de Baleares no encuentran casa, o los precios del mercado residencial se han disparado en Palma y Ibiza, es porque “seguramente estos pisos están ocupados en invierno”.
Otra de sus observaciones es que el alquiler vacacional no es el causante de la saturación turística que vive Baleares, sólo atribuible a los hoteles, ya que por cada plaza ofrecida por Airbnb, se ofertan 5,2 plazas hoteleras de media, aseguran. Así, argumentan que la plataforma de alquiler vacacional comercializa en Mallorca 19.141 inmuebles, de los que los investigadores de la UIB solo consideran activos y sin bloquear por los propietarios un total de 12.136, unas 63.000 plazas, de las cuales 10.000 están en Palma. "Solo un 48 por ciento de las viviendas ofrecidas, que no bloqueadas, en Mallorca tenían una reserva en un típico día de agosto y un 60 por ciento en Palma. La ocupación de Airbnb, en cambio, es mayor en Ibiza, del 50 por ciento, pero menor en Menorca, de 31 por ciento, y en Formentera, de 46 por ciento”, señala el informe. En total, sumada la demanda real en un día cualquiera de agosto en todas las Islas Baleares, a través de Airbnb, “se alojaron 41.583 turistas, lo que supone apenas un 2,1 por ciento de los dos millones de personas que pernoctaron en Baleares el día de máxima afluencia de visitantes”, explican los investigadores.
Finalmente, destacan que el turismo vacacional contribuye a aportar recursos a las familias que no viven profesionalmente del turismo y, obtienen así unos ingresos extra, "repartiendo sus ganancias de una manera más justa socialmente y más equilibrada territorialmente que el modelo tradicional basado en la explotación de hoteles y otros establecimientos de alojamiento". Los investigadores concluyen que “prohibir o restringir esta modalidad de alquiler supone desaprovechar una gran oportunidad de luchar contra los grandes males de la economía balear: su baja productividad, la estacionalidad y la alta dependencia del turismo de sol y playa”.
Los autores de este informe que según veo son profesores de Universidad pública, es decir funcionarios, es decir su sueldo pagado a través de los impuestos de los españoles, decirles que como quieran vivir de lo que tributan estas plataformas (con respecto al volumen de negocio que se está genrando de manera "subterranea") les invito que vayan a buscar su sueldo a Luxemburgo, Irlanda, Holanda o las Islas Caimán.
En base al resultado que obtengan, que revisen el informe. Ojo, para esto que comento, ni soy profesor de economía, ni gasto no tiempo en informes.
A seguir currando
No hace falta ser profesor de economía, y mucho menos cobrar un salario publico para hacer un estudio mucho mejor que el mencionado. De entrada, que todo el estudio esté basado "únicamente" en Airbnb ya demuestra la falta de datos reales, pues existen otras muchas páginas y buscadores, sobre todo en el extranjero que son los que alquilan este tipo de viviendas.