Alex Cruz, presentado como el 'rey' de los recortes en British Airways

Horas críticas para Alex Cruz, el español que preside British Airways y que se ha convertido en estrella mediática. Si en estos días los medios le encuentran alguna incoherencia, algún desliz, alguna mentira, su empresa se va a ver obligada a cesarlo. El escándalo ocupa las portadas de todos los medios. Desde el número de hijos, pasando por el salario, como su gestión en Vueling, todo está sobre la mesa, tras el desastre de este fin de semana.

Alex Cruz habló ayer, porque si no reacciona el desastre puede ser irreversible. Desmintió que el problema técnico con la informática tenga que ver con su decisión de cerrar parte de los servicios propios de British Airways para externalizarlo a la India. Dijo que todo se debió a una caída de la energía que duró unos pocos minutos pero que hizo caer el sistema principal y no disparó el sistema de seguridad de energía. Por qué este segundo fallo. No hay respuesta oficial. Cruz dijo simplemente que el sistema de respaldo “simplemente no funcionó en ese momento; pero nos aseguraremos de que esto no vuelva a ocurrir de nuevo”.

Ayer, lunes, una parte importante de los servicios se normalizaron, aunque aún quedan algunos problemas residuales. La aerolínea perdió un dos y medio de su valor en la Bolsa de Madrid, que después recuperó, debido a los más de 40 millones de euros que, según las estimaciones, le habrá costado el caos generado. La Bolsa de Londres estuvo cerrada ayer, por festivo. Todo esto, sin valorar los problemas de imagen, aún más serios.

Para que vean el tono de las acusaciones, la seria y rigurosa BBC se preguntaba en una noticia simplemente si “Puede Cruz mantener el control de BA?”. Imagínense el tono de los ataques en la prensa popular.

Los periódicos y las televisiones hacen un recorrido por su historia de recortes. Explican cómo una de sus primeras decisiones fue traspasar el departamento de informática de British a la India, con 900 despidos. Pero también recuerdan que poco después decidió suprimir los refrescos gratis en los vuelos de menos de cinco horas y la supresión de una de las dos comidas en los de hasta ocho horas y media, contra las dos comidas anteriores.

La BBC hace una especie de caricatura de Cruz como si fuera un hombre obsesionado por recortar gastos, reproduciendo una entrevista en la que dice que “nosotros vamos a estar siempre recortando gastos. Es parte de nuestro ADN. Si un día no estuviéramos pensando en reducir costes, es que no estaríamos haciendo bien nuestro trabajo”.

La BBC recuerda los orígenes de Cruz en American Airlines, para después mencionar que a su salida de Vueling hubo un caos operativo que tuvo que resolver su sucesor.

Los expertos dudan de la respuesta que los técnicos dieron a la crisis. Según estos expertos, que van de medio en medio explicando su versión, probablemente por falta de conocimiento en profundidad del sistema, el rearranque no se hizo correctamente y, tal vez, se solaparon acciones entre la empresa externo y los servicios propios, ayudando a que el caos se profundizara.

En todo caso, Willy Walsh, el presidente de IAG, responsable del nombramiento de Cruz, no ha dicho ni una palabra. Salvo que perciba un error de importancia en la gestión del español, no lo tocará. En todo caso, en la prensa más populista se habla de la nacionalidad española de Cruz, aunque con un tono moderadamente crítico.