La irlandesa Ryanair registró en su último ejercicio fiscal, que concluyó el pasado 31 de marzo, un beneficio neto de 1.316 millones de euros, es decir un 6 por ciento más que en el ejercicio anterior, cuando obtuvo 1.242 millones de euros. Según la propia aerolínea, este crecimiento se debió al descenso del 11 por ciento en el precio del combustible.
Los resultados positivos de la compañía llegan en un contexto de "dificultades comerciales causadas por los acontecimientos de seguridad en las ciudades europeas", su principal mercado, y con una fuerte caída de la libra esterlina, tras la votación del Brexit, explica el CEO de la aerolínea, Michael O'Leary. “Hemos reaccionado a estos desafíos mejorando la experiencia de nuestros clientes y estimulando el crecimiento con tarifas más bajas”, explica.
Ryanair también vio incrementados sus ingresos un 2 por ciento, hasta los 6.648 millones de euros, tras aumentar sus pasajeros un 13 por ciento, hasta los 120 millones de viajeros transportados, frente a los 106,4 millones de su ejercicio fiscal anterior.
Y todo eso aumentando el salario de sus pilotos mas de un 10%.
Otro conocido directivo de la competencia ha externalizado la producción de 900 empleados y estamos a la espera de conocer los "beneficios" por las cancelaciones de estos días.