Luis Riu decía que en Nueva York afrontaban posiblemente el mayor reto de su historia, y lo han superado con creces hasta el punto de buscar otro hotel en la gran manzana, pero el desafío de Madrid no parece menor, no solo por intentar llenar 650 habitaciones en la capital, sino conseguirlo haciéndose fuerte en un segmento que desconocen como es el de las megaconvenciones.
Riu quiere entrar con su flamante compra del Edificio España en una liga en la que en Madrid compiten el Meliá Castilla, con 915 habitaciones; el Marriott Auditorium, con 869 habitaciones, y el Novotel Madrid Center, con 790 habitaciones, de modo que se situaría como el cuarto mayor establecimiento de la capital y el primero de estas características en la zona más turística.
La cadena más rentable de España buscaría así combinar dos segmentos en su nuevo hotel que prevé abrir en un año y medio, y para hacerlo los expertos hoteleros creen que no tendrá más salida que romper el mercado, con unos precios medios de entre 80 y 100 euros, a fin de superar ocupaciones del 70 por ciento con las que pueda superar los 5 millones de euros anuales de GOP.
La hotelería madrileña vive estos meses una época dorada de ocupaciones y precios, pero irrupciones como la de Riu se espera que afecten a todo el mercado, y quizás especialmente con más énfasis a los establecimientos de sus alrededores, como el Barceló de Plaza España o también el previsto nuevo VP en esa misma ubicación.
El precio pagado por Riu de casi 400.000 euros por habitación supone un récord para un establecimiento que no vende habitaciones a casi 300 euros, como ocurre en la mayoría de casos en los que se superan estos volúmenes, aunque para la cadena mallorquina quizás fuera más conveniente un desembolso así en lugar del alquiler tan alto que habían pactado con Trinitario Casanova, además de quitarse el problema de tener que tratar con un excéntrico personaje que se presenta en una notaria con una chaqueta de torero.
Desde que hace un lustro Preferente adelantase en primicia la intención de Riu de desembarcar en Nueva York, la cadena acumula un hito tras otros, subiéndose el listón de retos, que posteriormente siguió con sus planes para desarrollar resorts en Asia y el Índico, y siendo la única que ha podido continuar la senda abierta por Meliá, la mayor hotelera española. (Julio 2012)
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