Un hotel de supermarca se publicita en temporada alta: algo falla

Tenerife está abarrotado, sin un alfiler que cobijar. El Sur de la Isla, la parte buena y la menos buena (Costa Adeje y Los Cristianos) está que se sale. Tal es la demanda que están desviando turistas al Norte. El Puerto De la Cruz se vuelve a nutrir del overbooking del Sur. El apartado hotel de Meliá en Garachico, un mini Bahía Del Duque, se halla a tope. Los últimos en invertir en el norte, de Gowai a Alua, se relamen  de gusto. El Puerto vive una ocupación similar a la de sus años dorados. Sigue siendo un destino maduro pero es el objetivo de los inversores porque los precios de venta son mucho más asequibles que los del Sur.

La capital de la Isla, a diferencia de la de Mallorca, no es un hervidero de turistas. Aquí no han llegado la marabunta de los cruceros. Tampoco los batallones de turistas de pisos de alquiler. La Santa Cruz de José Manuel Bermúdez lo que quisiera es tener sus hoteles con encanto como decenas los tiene Palma en su casco antiguo. El único gran hotel de la cuidad, el Iberostar Mencey, remonta el vuelo. Ha costado ponerlo en marcha a los niveles deseados,  pero ya está a punto de coger su nivel de crucero. En la isla se nota la mano del nuevo responsable de Turismo del Cabildo, Alberto Bernabé , quien forma una gran pareja con el presidente Alonso.

En el Sur, en Las Galletas, a orilla de las Américas, el Grupo Piñero está levantando su nuevo establecimiento. Los hoteles de lujo están a reventar, desde el coqueto de Santiago Puig en Arona hasta los de Escarrer y los Polanco en Guía de Isora, pasando por los de Zamorano, Fluxá, Calero, Domínguez y López, además del blanco de los belgas en Adeje, entre otros (este último venden las vistas porque el ruido es incesante y ensordecedor). Ni qué decir los de gama media-alta y media- media, con ocupaciones aún más altas. Algunos de estos hoteles ganan más que los del Caribe, según me dice uno de los dueños con hoteles aquí y allí. 

Pero no a todos los hoteleros  les debe ir bien. ¿Y eso?. Hay un establecimiento en el Sur, de los más caros, que se anuncia a toda pastilla estos días en los grandes diarios, buscando potenciales clientes a toda costa. El hotel en cuestión lleva la enseña de una gran marca mundial. Además de los anuncios en los medios impresos de más tirada, se publicitan también en agencias y en un lugar destacado en su página web. No hay caso igual en todos los de su gama en Tenerife y en todas las Islas Canarias. El argumento de la temporada baja no es excusa: en Tenerife Sur hace unos años que julio y agosto es temporada alta. Como en casi toda Canarias. Algo falla.