Alerta de Magma: “invertir en hoteles en Barcelona es casi un capricho”

Los altos precios propiciados por moratoria de aperturas del Ayuntamiento de Barcelona tienen como consecuencia del desapego de los inversores en la ciudad, según Magma Hospitality Consulting, consultoría estratégica de gestión y de inversión en el sector hotelero.

 “Comprar un hotel aquí no es una cuestión de rentabilidad, sino casi sólo un capricho”. Y el caso de la capital catalana no es una excepción. Las grandes ciudades como Madrid, Málaga, San Sebastián, Sevilla o Palma de Mallorca sufren aumentos de precios que alejan a los inversores. Según Expansión el mercado hotelero urbano fue en su momento el más demandado por los inversores, pero en 2016 ha supuesto tan solo el 33% de las operaciones. Por contra, el vacacional ha pasado a representar el 66%.

Albert Grau, socio director de Magma destaca el cambio en la mentalidad de las empresas hoteleras, que están vendiendo los edificios en los que se ubican sus hoteles para explotarlos en alquiler, según La Vanguardia.

Por ello, las “ciudades secundarias” ganan protagonismo en la inversión hotelera y son"grandes oportunidades" para el inversor por su buena ubicación y precios "muy interesantes". Para este 2017 la tendencia de los hoteles vacacionales seguirá en alza, en ciudades como Valladolid, León, Burgos, A Coruña, Vitoria o Granada.

“Son ciudades donde se construyeron muchos hoteles en los años del boom y donde los precios de los establecimientos son aún bajos, pero su negocio se está recuperando”, dada la mejora del turismo nacional, la recuperación de la “actividad corporativa y los viajes de incentivos”.

Ante la búsqueda de alternativas por parte de los inversores otras zonas aledañas a la capital e igualmente turísticas están ganando protagonismo al resultar más rentables. La Costa Brava es un ejemplo de ello. Hoteles pequeños, familiares y pocas operaciones. La mayor inversión en la zona ha sido la compra por un inversor ruso de los hoteles Rex por parte de un inversor ruso.

En la Costa Dorada, donde los hoteles son mayores, hay más interés de los grupos inversores, que sin embargo han de competir con cadenas locales muy fuertes en la zona como Best, H10 o Princess. Tarragona y Girona, como ciudades, viven también la recuperación como destino urbano, mientras Lleida, menos turística, puede considerarse “para buenos activos, bien ubicados y a un buen precio”.
Los hoteleros “Siguen el modelo que llevan años asumiendo las grandes cadenas como Marriot, Hilton o Intercontinental, y destinan los recursos que obtienen con las ventas a mejorar la gestión de su actividad hotelera, impulsando la marca o mejorando el software de gestión, por ejemplo”.