La Policía Nacional ya tiene identificados a 800 turistas británicos que presentaron denuncia por supuesta intoxicación alimentaria en hoteles de Baleares, los cuales están siendo investigados por el Juzgado de Instrucción número 2 de Palma. Desde que el asunto saltó a la luz y se investiga, se están produciendo retiradas masivas de estas reclamaciones, publica Mallorcadiario.
Según la Policía, sólo un escaso porcentaje de los reclamantes fueron al médico, ya que la legislación inglesa es muy laxa y favorable al consumidor, pues solo exige la prueba del recibo de compra de un medicamento para justificar la intoxicación. Los importes de las reclamaciones son descontados al hotel directamente por los touroperadores ingleses, ya que a los hoteleros les resultaba más gravoso acudir a juicio en defensa de sus derechos.
Paradógicamente, las denuncias por estas falsas intoxicaciones afectan a hoteles baleares que han superado todas las inspecciones de salud satisfactoriamente, incluso algunas llevadas a cabo por los propios touroperadores ingleses que después han gestionado las reclamaciones.
Desde comienzos de 2016 y hasta final de este verano se han recibido en Baleares reclamaciones por un importe que supera los 4 millones de euros, lo que supone un incremento de hasta un 700% respecto al volumen de años anteriores. Esta práctica fraudulenta se produce también en Canarias y en la zona del Levante.
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