La respuesta al desafío soberanista catalán ha tenido en la exhibición de banderas españolas por todo el país, tanto en viviendas particulares como en sedes empresariales, su máximo exponente. Entre las grandes corporaciones del Sector destaca el Grupo Iberostar, que ha colocado en la fachada de su sede social, en Palma, una enorme enseña nacional. Tiene alrededor de 20 metros de largo y es visible no solo desde las inmediaciones, sino desde la Vía de Cintura, la gran arteria de circulación de la ciudad.
El Grupo presidido por Miguel Fluxá, que cuenta con un hotel en Barcelona --el Iberostar Paseo de Gracia, de cuatro estrellas, y planea contar con un establecimiento en la capital palmesana (Iberostar busca un hotel de ciudad en Palma)-- hace así gala de su españolidad y de su compromiso con la legalidad vigente.
La corporación hotelera, que cuenta con más de cien hoteles repartidos por el mundo (Vázquez asume el control de los 100 hoteles de Iberostar) (Iberostar se refuerza en Cuba y llegará a 20 hoteles a finales de 2017), se ha unido así a todas aquellas voces que han decidido mostrar públicamente su disconformidad con el proceso ilegal seguido en Cataluña, condenado desde las principales instancias a nivel europeo y las democracias más influyentes. No se puede decir más alto y claro: Iberostar está con la unidad de España.
Bien por ellos. Cualquier bandera oficial está bien, y si es la de tu país más.
Uno de los pocos beneficios que hay ahora de la intento separatista en Cataluña (esperemos que aprovechen los políticos para hacer un poco mejor España, con menos desigualdades y más mecanismos para evitar que el dinero público y las instituciones se utilicen para dinamitar el país y para robar con el escudo que sea, que al final es casi de lo que se trata el mamoneo de las autoridades, grupos culturales y medios de comunicación en Cataluña hoy en día) es que ha dejado de verse la bandera española como algo facha y se pasa a utilizar como algo normal, como en el resto de países de nuestro entorno. Atrás va a quedar el asociar la bandera española con la dictadura, existía antes que Franco y lo seguirá haciendo después de Puigdemont.
lo que tiene que hacer el antiguo gobierno de Cataluña es devolver todo el dinero que se han gastado en las embajadas y el referéndum ilegal y asumir su responsabilidad penal, con ese dinero se puede mejorar mucho la sanidad y los temas sociales, han hecho mucho daño y fracturado a la sociedad catalana, pero han unido a la española bajo un símbolo la bandera nacional