Carles Puigdemont, el ex-presidente de Cataluña, se ha descolgado en la campaña electoral catalana con la propuesta de privatizar Paradores, la red pública de hoteles situados en enclaves de primer orden.
La petición carece de sentido por venir de quien no tiene el menor interés en esta cadena hotelera ni tampoco en el destino de la enorme mayoría de los hoteles que la integran. Es un disparate porque ya me dirán ustedes cuántos votos van a a ir o van a huir de Puigdemont por esta propuesta.
Sin embargo, más allá de que quien hace el reclamo tiene muchas otras cosas de las que hablar antes de tocar el tema, sí que es oportuno deliberar respecto hasta dónde un país que defiende el libre mercado tiene que tener una cadena hotelera pública que, por cierto, lleva casi una década perdiendo dinero a espuertas.
El único interés cierto que tiene Paradores, que la hace una cadena diferente, es que ha sido construida en edificios de valor especial, en patrimonio histórico. Pero eso carece de toda relación con la operativa o con las cuentas. Hoy por hoy, Paradores es un anacronismo franquista en un país en el que hay mil soluciones basadas en el dinero y la gestión privadas, que pasan por proteger estos edificios y por conservarlos como están.
No tiene sentido que en el país con la mayor oferta hotelera nos encontremos con el gobierno metido a empresario, contratando camareras de piso, como si nadie más quisiera cumplir esta función. Y proteger el patrimonio es algo que puede hacer también el sector privado, sólo con legislarlo.
Si se está de acuerdo con él mejor decirlo claramente
Bueno si se entra a valorar la propuesta de un 'chalao' que ni siquiera tiene capacidad competencial para hacerlo, apaga y vámonos. Otra cosa es que desde el Estado haya una propuesta en este sentido. Mi opinión es que Paradores puede perfectamente estar integrado dentro de un organismo público, siempre y cuando la toma de decisiones se atenga criterios profesionales. Por lo demás el hecho de mantener edificios de especial interés histórico y artístico, lo merecen. Y por favor dejemos de lado los anacronismos franquistas para explicar cualquier tema, que el caballero lleva muerto ya 42 años.