Lufthansa se perfila como compradora de Alitalia

Las filtraciones periodísticas apuntan a que en enero, apenas retornados de las vacaciones los comisarios y los políticos italianos, Alitalia, la otrora gran compañía aérea, será vendida a Lufthansa, que de esta forma se convierte en la línea aérea centro europea por excelencia, que domina el mercado alemán –el más importante–, el suizo, austriaco y belga y, desde enero, también el italiano. Lufthansa será lo más parecido que tendremos a una gran aerolínea europea, si se confirman estas informaciones.

No todo está hecho, sin embargo. Lufthansa propone despedir 2000 trabajadores de la compañía italiana, lo cual no es muy del agrado del Gobierno, aparte de ignorar todo el negocio de mantenimiento. Pero es que las ofertas alternativas son menos envidiables: Easyjet, la low-cost británica, y Cerberus, un fondo de inversión.

En ninguna de las tres ofertas sobrevive el área de mantenimiento de Alitalia, que terminará previsiblemente en la calle. Según publicó el primer periódico italiano, Corriere de la Sera, las negociaciones están permitiendo un acercamiento de posturas. No hay que olvidar que al final de la primavera de 2018 habrá elecciones en Italia y este es un asunto capaz de causar mucho daño de imagen al Gobierno.

El precio de compra ofrecido por Lufthansa inicialmente era de 300 millones de euros, pero ahora la postura se está acercando a los 500 millones que quería el Gobierno.

Sin embargo, lo más significativo es cómo quedará el mercado europeo. Previsiblemente, Alitalia terminará por abandonar su negocio de corto radio, en parte en beneficio de Eurowings, la filial de bajo coste de Lufthansa, pero sobre todo en favor de Easyjet y Ryanair, que tienen una gran presencia en el mercado italiano junto con, a distancia, Vueling. En cambio, el largo radio sí entrará de lleno en la órbita de gestión de Lufthansa, que se convertirá definitivamente en una potencia aeronáutica en Europa, con ocho grandes hubs: Frankfurt, Dusseldorf y Munich en Alemania, Malpensa y Fuimicino en Italia y Bruselas, Zurich y Viena, en una dimensión menor.