Hay que admitir que muchos visitantes de la India buscan como verdadera experiencia ver la pobreza. Cuanto más extrema, más auténtica. Pues eso es lo que un hotel de Bombay ha decidido explotar: una experiencia real en un hotel en un barrio marginal de la ciudad, de extrema pobreza.
El hotel tiene los clientes hacinados en habitaciones con 16 miembros de la misma familia, en condiciones horribles. Los clientes tienen televisión de pantalla plana, aire acondicionado, comida casera, pero han de compartir el baño con otros cincuenta residentes del edificio.
La noche de alojamiento cuesta unos 25 euros, y la recaudación irá a las familias que dan el alojamiento.
La idea es de Ravi Sansi, de una ONG especializada en estos asuntos. La intención, ciertamente rara, es darle a los turistas una verdadera muestra de la realidad que viven. Se considera que un 60 por ciento de los habitantes de Bombay viven en condiciones similares.
La noticia, publicada en el periódico The Guardian, indica que Ravi Sansi explica que los visitantes “toman fotos para Facebook, y se van sin entender nada”. “Yo he trabajado en zonas pobres y sé que es bueno para turistas y pobres compartir momentos para conocerse mutuamente”.
Como es de esperar, la idea tiene oposición. Jockin Arputham, de otra ONG, dice que el proyecto es contraproducente y no ayudará a casi nadie. “Estos 'tours' son absurdos y dormir una noche en estas condiciones no sirve para nada. No estamos ante objetos en un museo animales en un zoo. Esta es una comunidad con gente real. Esto no ayuda a nadie”.
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