La revolución de Internet en el mundo del turismo aún no ha llegado. Aunque ya nadie recuerde cómo era el mercado en 1990, antes del nacimiento de Internet; aunque pensemos que lo vivido ha sido trepidante; aunque tengamos el convencimiento que Booking o Expedia han sido los verdaderos ganadores de esta revolución, la transformación más seria ni siquiera ha empezado. Está ahora mismo en pleno diseño. O en pruebas. Beta, le dicen.
Por favor, entre ahora mismo en www.locktrip.com y vea cómo será el futuro, y este lunes llame inmediatamente a su asesor tecnológico para que empiece a pensar en lo que se viene. Locktrip es una empresa búlgara que probablemente no inspire demasiada confianza –Bulgaria no es que tenga una gran tradición, pero está en punta en este asunto, como se ve–, pero sirve como indicador claro de lo que se avecina.
Locktrip es una de las primeras concreciones, simples y claras, de lo que permitirá la tecnología 'Blockchain': en una palabra, la supresión del intermediario, incluso del intermediario que había suprimido al anterior intermediario, nuestras desesperadas agencias de viajes.
No me pregunte, por favor, cómo se financia todo esto, porque es tan misterioso como los primeros años de Google o de Facebook. Pero vea qué tentación: cien mil hoteles sin comisiones. Desde luego, el dinero va directamente del cliente al hotel, sin pasar por Bulgaria, salvo para el cambio de moneda. ¿Supondrá eso una mejora de precios para el cliente o sólo un incremento de la facturación de los hoteles?
En realidad, da lo mismo: desaparece la OTA que se llevaba hasta un 30 por ciento del precio pagado, sea del cliente, sea del hotel. Nunca las cadenas hoteleras, ni las aerolíneas habían podido soñar con disponer de una ventana directa con el cliente, segura y sin intermediarios.
Como se ha dicho incontables veces, la razón por la que no es necesario el intermediario es que con la tecnología blockchain la operación es segura porque queda un rastro imborrable de lo que se ha comprado.
Ahora mismo, cien mil hoteles están ya disponibles (Melià, THB, Hipotels, entre los pioneros), con precios en LOC, un valor que equivale a 1.35 dólares. El LOC se compra a la propia empresa, lo cual puede resultar inseguro en un primer momento, pero hace quince años también a todo el mundo le parecía inseguro comprar algo en una empresa que se llamaba Amazon y a la que teníamos que darle el número de nuestra tarjeta, para que nos cargara la compra que nos decía que iba a mandar en el futuro.
El proyecto búlgaro lleva dos años en gestación. Pero ustedes ya saben cómo son estas cosas: un día se rompen los diques de contención, todo el mundo empieza a hablar de esto, las grandes compran a las pequeñas y se instala entre nosotros un nuevo mundo.
Ciertamente, no es el mejor momento para comprar acciones de una OTA.
Hay oportunidad de cobrar las comisiones del 20% vienen en la conversión de la criptomomeda a moneda local.
Ni ideas de como funcuona el turismo