Boeing está culminando el rediseño de su ya tradicional Boeing 777, con una versión más moderna y eficiente en materia de consumo energético, el 777X. Sólo había un problema: su eficiencia se hacía a costa de ampliar sensiblemente su ancho porque las alas eran bastante más largas –seis metros más– que lo que venía ocurriendo hasta ahora.
Eso tiene un problema muy serio: los aviones obligan a remodelar todos los aeropuertos en los que operan, porque con alas de 235 pies, o sea 71,6 metros, desbordan el espacio previsto en las puertas de embarque y desembarque. Actualmente, la medida de estas puertas apenas alcanza los 212 pies, o sea 64,6 metros.
¿Cómo resolver el problema? Boeing anunció que el diseño será de las retráctiles, que permitirán usar las puertas y al mismo tiempo, una vez desplegadas en su totalidad, permitirán la operación del avión tal como se ha diseñado.
El diseño del modelo se ha presentado a la como es preceptivo a la Agencia Federal de la Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), que ha dado su aprobación inicial al modelo, aunque aún habrá de pasar más controles. El informe de la FAA dice que “estos aviones tendrá una particularidad novedosa e inusual en su diseño en comparación con lo que se considera normal en los aviones de su tipo. Su diseño –añade la FAA– incluye alas plegables”.
Como sabe todo el mundo de la aviación, las alas plegables son relativamente habituales en la aviación militar, dado el poco espacio disponible de los portaaviones. Pero es la primera vez en la aviación moderna que se proponen para un avión comercial.
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