Italia: el turismo en manos del ministro de Agricultura

Ustedes saben que al mismo tiempo que Pedro Sánchez accedió a la Moncloa, un gobierno nuevo, resultado de un acuerdo entre la Lega Norte y el movimiento Cinco Estrellas, accedía al poder en Italia. Hasta para nosotros las cosas en Italia son raras. Para empezar, aquí el turismo está en el ministerio de Industria, lo cual ha generado protestas, pero en Italia está en el de Agricultura, que tiene bastante poco en común. Gian Marco Centinaio es el titular. Tradicionalmente estaba en el ministerio del Patrimonio, porque la riqueza histórica de Italia es un argumento turístico de primer orden, pero el nuevo gobierno dice que es mejor que esté en Agricultura, lo cual nadie ha entendido.

Este lunes dio una entrevista al Corriere della Sera, el periódico más importante del país, en la que anuncia tres medidas que serán polémicas: la primera, que nadie esperaba ni reclama: reclasificar todas las estrellas de los hoteles del país, como si hoy un viajero atendiera con cuidado qué dice un funcionario del nivel del hotel en el que se aloja y no mirara los comentarios que sobre él publican los clientes en la red; la segunda, intervendrá para que los portales tipo Booking no puedan ofrecer alojamientos particulares a modo de “bed & breakfast”. La tercera, según ha podido saber preferente.com, afecta a los guías turísticos.

En relación a su primera medida, “quiero organizar una reclasificación de los hoteles. Intento reestudiar las estrellas de nuestra estructura de alojamiento. Así no está bien. No es una buena carta de presentación para los extranjeros que nos visitan” (Decepción en Cehat porque Turismo no tenga ministerio propio y conformidad en Exceltur).

Centinaio explica que “las estrellas se otorgaron cuando se puso en marcha el modelo. Pero quien hace treinta años obtuvo cuatro estrellas y no ha hecho nada para modernizarse, ha perdido ese nivel. No es justo que siga con las cuatro estrellas. No puede continuar así”. Lo que el ministro no dice es que un hotel que no se ha modernizado en treinta años seguramente ya ha cerrado por falta de clientes.

Otra guerra en la que el ministro dice que se meterá es en el control de los guías turísticos. “Hay que exigir la patente a los guías, cosa que hoy nadie exige. Controles y multas es lo que se necesita para poner orden. El salvaje oeste del turismo debe acabarse”.