12 de julio, primera huelga de pilotos de Ryanair en Irlanda

12 de julio, un día histórico porque será la primera vez en la historia en la que Ryanair tenga una huelga en Irlanda, que es su casa. Ese día, los pilotos han dicho que paralizarán los vuelos de la primera aerolínea de Europa. Por primera vez, la empresa dirigida por el peculiar Michael O'Leary no dice que todos sus vuelos operarán, sino que esto sólo puede afectar al 7 por ciento de sus clientes, dado que el 93 por ciento vuelan fuera de Irlanda (Ryanair rebaja tarifas un 20% ante la caída de ventas por las huelgas). 

Si la huelga se mantiene, y apunta a que sí, Ryanair ha dicho que enviará un SMS a los viajeros que tienen billete para ese día y les ofrece una reprogramación de su vuelo para otra fecha o un reembolso del mismo. 

Ialpa, la asociación de pilotos, parte de un sindicato más grande llamado Forsa –lo que en España sería el Sepla–, dice que podrá haber más huelgas en el futuro, dependiendo de la actitud de la compañía, que todos conocemos por no ser nada amistosa con los sindicatos.

Unos cien pilotos de Ialpa trabajan en Ryanair. La casi totalidad votaron ir a la huelga. Ryanair emplea más de 300 pilotos en Irlanda, y 4.000 en todo el continente.

Hasta ahora, únicamente en una ocasión los pilotos alemanes pararon las navidades pasadas, sin efecto alguno. En Portugal también hubo algunos paros que sí fueron más notables, pero tampoco para alterar el conjunto de la compañía.

Los pilotos irlandeses piden un acuerdo sobre antigüedad, de forma que puedan saber a qué bases van a ir, cómo se pueden cambiar de base, cuando tendrán sus vacaciones y otras decisiones que se han de basar en su antigüedad. La compañía acepta muchas de las peticiones e indica que ha invitado al sindicato 18 veces a negociar pero que el sindicato no ha querido sentarse con la compañía.

Esta huelga puede abrir la puerta a más, dado que en Alemania se está procediendo a convocar una protesta legal similar.

Además de los pilotos, el personal de cabina está también negociando sus derechos, aunque no hay