En pleno vuelo de la aerolínea JetBlue de Florida a Massachusetts, en Estados Unidos, Darcy, un bulldog francés empezó a sentirse mal. Pasaban los minutos y la lengua del cachorro se iba poniendo de color azul. Su dueña, Michelle Burt, se percató del problema y avisó a la tripulación.
La lengua color azul de Darcy, era un claro síntoma de hipoxia, una condición causada por la falta de oxígeno en el cuerpo. Debido a sus hocicos cortos, los bulldogs franceses pueden ser más susceptibles a problemas respiratorios y de no actuarse rápidamente puede tener un desenlace fatal. La rápida actuación de los asistentes de vuelo Renaud Spencer y Diane Asher, que se percataron de la gravedad de los síntomas, y le colocaron una máscara de oxígeno, salvó la vida de Darcy, ya que tras unos minutos el perro volvió a respirar con normalidad y llegó con normalidad a su destino.
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