La compañía escandinava Primera Air pretendía hacer lo que Norwegian: lanzarse al mercado de corto radio europeo y, al mismo tiempo, al largo radio con Estados Unidos.
De hecho, estableció bases en Londres Stansted y Birmingham, la segunda ciudad del país, y en París. Pero ahora ha tenido que retractarse y cierra todos sus vuelos desde Birmingham.
Los vuelos cancelados desde el 3 de septiembre son los de Palma y Barcelona. Un poco más tarde cancelará definitivamente los vuelos a Alicante, Tenerife, Las Palmas, Reykjavik y Malaga.
La compañía no dio una explicación clara, salvo un ambiguo “reducción de capacidad” que en buen cristiano significa que está perdiendo dinero con estos vuelos.
En el caso de las operaciones desde Stansted no hay una cancelación total, como en Birmingham, pero hay cambios. Se cancela totalmente el Alicante, pero a Málaga se reducen las frecuencias, de inmediato pasará a volar cinco veces por semana. La compañía dijo que los pasajeros han sido informados.
Nada de esto afecta a la programación de la compañía desde Escandinavia.
Primera, en otro nivel, está volando a Estados Unidos. La compañía pretende empezar a ofrecer servicios con aviones de un pasillo, mucho más baratos de operar, apenas Airbus le entregue los aviones encargados.
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