La tripulación de un avión –que no se ha identificado en la investigación– esperaba partir desde el aeropuerto londinense de Stansted. Pero antes debía hacerlo un avion Boeing 737 de Ryanair, rumbo a Copenhague. Cuando el avión alcanza la velocidad suficiente para levantar el morro, el capitán acciona la correspondiente palanca y el avión emprende el vuelo.
Pero una de las ruedas delanteras sale despedida, suelta, por la pista.
Los pilotos del avión que esperaba para partir avisaron por radio a la torre de control, la cual avisó a su vez al piloto del avión de Ryanair. El piloto, lógicamente, pidió aterrizar en el aeropuerto más cercano, para lo cual se habilitó el de East Midlands, no muy lejano. Se cortó una autopista cercana y se suspendieron las operaciones en la pista, hasta que el avión aterrizó sin ningún problema.
Esta es la secuencia de hechos que describe el informe publicado este jueves de la autoridad británica que investiga los incidentes aéreos (la Air Accidents Investigation Branch, del servicio nacional que aborda sucesos en el transporte). Este se saldó sin víctimas y prácticamente sin daños materiales. Únicamente un avión que tenía que aterrizar en East Midlands tuvo que ser desviado a otro aeropuerto porque el Boieng de Ryanair estaba en la pista, bloqueándola.
Textualmente, el informe de la investigación dice que “cuando el avión estaba corriendo por la pista para despegar, la tripulación oyó un ruido similar al que se produce cuando las ruedas pisan una luz de las que están sobre la pista para indicar el trayecto.” Obviamente, al confundirse el sonido con una simple luz, los pilotos procedieron a despegar.
La investigación posterior determinó que una de las dos ruedas delanteras se separó del avión debido a que el eje de esas ruedas se rompió en la parte izquierda, donde descansan la rueda. “Esta rotura fue a consecuencia de una fractura provocada por la temperatura alcanzada en una operación forzada de poner la rueda en la última ocasión en que el avión se había sometido a una reparación en ese lugar, tres años antes.
La conclusión fue instruir a la empresa que hizo la reparación para introducir una inspección adicional para detectar cuando las ruedas quedan forzadas en su enganche con el eje.
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