Un controlador aéreo se convierte en el héroe del terremoto de Indonesia

Anthonius Gunawan Agun permaneció en su puesto de la torre de control del aeropuerto indonesio de Palu mientras la tierra se sacudía a sus pies. Su prioridad consistía en dar salida al avión que tenía a su cargo y salvar la vida de los pasajeros y la tripulación. Así lo hizo, aunque este gesto le costara la vida. Horas más tarde su figura era honrada a la categoría de héroe nacional.

El joven controlador de 21 años no tuvo reparo en permanecer en su lugar de trabajo mientras comenzaban las primera sacudidas de un temblor que alcanzaría la categoría 7,5 y costaría la vida de más de un millar de personas. Sus compañeros, que no tenían en aquel momento ningún avión a su cargo, abandonaron la torre de control.

“Cuando se produjo el seísmo estaba a punto de dar autorización de despegue y esperó a que el avión estuviera en el aire para dejar la torre”, dijo un portavoz de AirNav Indonesia, la entidad de supervisión del control aéreo, recoge La Vanguardia.

Tras el despegue del vuelo 6231 de la compañía indonesia Batik que controlaba Agun, el temblor cobró fuerza, por lo que el joven decidió saltar por una ventana del cuarto piso. Se rompió las piernas, los brazos, varias costillas y sufrió graves lesiones internas. De inmediato, el personal del aeropuerto llamó un helicóptero para que lo evacuara a un hospital, pero el joven falleció antes de que llegara la aeronave.

El cuerpo de Agun, que habría cumplido 22 años el 24 de octubre, fue llevado a su funeral con todos los honores, portado por seis soldados. La compañía Batik le ascenderá a título póstumo.