A simple vista nadie diría que la fotografía se corresponde con una habitación a diez mil metros de altura, pero es una de las imágenes de Emirates para promocionar sus suites privadas: "No hay nada semejante a una rejuvenecedora ducha que le dejará como nuevo. Prepárese para la llegada a su destino con nuestra ducha Spa a bordo de los A380, que incluye una selección de artículos de tocador de Bulgari y los exclusivos productos VOYA a base de algas marinas orgánicas", anuncia la compañía en su página web.
Es sólo un ejemplo del cambio que se está produciendo en el mercado. Las grandes aerolíneas han vuelto a apostar por el lujo en sus vuelos tras constatar que la venta de billetes de primera clase repuntan con fuerza, según informa El Confidencial. "Con el nuevo ascenso de la economía mundial y de la industria después de tres años consecutivos de grandes ganancias, las aerolíneas están reintroduciendo o renovando la primera clase como una forma rentable de destacar en una industria ampliamente dominada por las ofertas", analiza Richard Weiss, periodista especializado en aerolíneas y vuelos, a Bloomberg.
El director ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr lo ha confirmado recientemente: "La primera clase se está desarrollando mejor de lo que habíamos imaginado hace tres o cuatro años. Ahora, estamos buscando donde tengan sentido y los clientes lo pidan". (Así es el lujo a 10.000 metros de altura)
"Air France asegura que está viendo un aumento en la demanda por primera vez en años", reflexiona Weiss. "Emirates ofrece 29.000 asientos por semana a través de su red. British Airways, que en 2016 dijo que eliminaría la primera clase en muchas rutas, planea renovar el servicio". Hace unas semanas esta compañía abió una nueva sala de primera clase en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York con "cabinas de comedor privadas donde los viajeros pueden degustar platos como la sopa de langosta con crème fraîche o filet mignon con gratén de apio". (Emirates presume del lujo de sus A380 en realidad 3D)
Llegó un momento en el que los billetes 'premium' dejaron de venderse debido a las escasas diferencias con los de clase turista. Sin embargo, parece que ahora el lujo ha vuelto con más fuerza que nunca. "La clave es lograr el equilibrio correcto", observa John Strickland, director de la firma de asesoría de aerolíneas JLS Consulting, a 'Bloomberg'. "La primera clase tiene un gran valor, siempre que se utilice con prudencia y sin que se sacrifiquen las ventas de clase ejecutiva en caso de ocupar demasiado espacio dentro del avión", informa El Confidencial.
Richard Weiss asegura que renovar las cabinas de primera clase puede exceder hasta los 100.000 dólares (87.858 euros aproximadamente) solo por cada asiento, mientras que un billete de ida y vuelta puede llegar a costar más de 10.000 (unos 8.785 euros).
La imagen desde luego es horrible para promocionar First Class!