He leído un artículo en este mismo diario digital acerca de las preocupaciones generalizadas entre los empresarios hoteleros y restauradores españoles que generan las opiniones expresadas de sus clientes durante y posteriormente a su estancia en esos lugares de hospedaje o viandas.
Se trata de la aplicación práctica en el turismo de una de esas nuevas tecnologías. Y se ha puesto de moda, en efecto, utilizar todo tipo de artilugios tecnológicos para aplaudir o denostar el servicio recibido. Unas veces a través de las propias webs creadas por los que prestan el servicio y en otras a través de Instagram, Facebook, Twitter o cualquier otra de las muchas redes sociales que nos inundan y circundan.
Estas posibilidades, representan, sin duda, un avance democrático estimable. Al mismo tiempo pone en prevengan a los dispensadores de servicios y, como tal, abre panoramas de éxito a los que trabajan bien y felizmente y, en cambio, puede castigar a los que holgazanean o bajan los brazos en cuestiones de calidad a la hora de ofrecer por lo que cobran.
Vuelvo a insistir: es un avance inestimable en medio de una sociedad abierta y donde hace ya tiempo que dejaron de existir las puertas al campo. Pero tampoco habrá que exagerar. Ningún hotel o restaurante deja de existir porque uno o media docena de clientes dejen una votación negativa respecto a la habitación utilizada y pagada o los menús escogidos en un determinado restaurante o bar. Una golondrina no hace nunca verano. Pero muchas golondrinas sí marcan, finalmente, el devenir de las estaciones.
Todavía es una parte ínfima de clientes que antes de elegir un hotel o reservar mesa en un restaurante concreto se fijan en la opinión de los que han pasado antes que él. Pero la deriva va en aumento. De modo y manera, que la principal preocupación de los empresarios turísticos debe ser la ascética de la calidad. Sin obsesiones, sí, pero teniendo en cuenta el marchamo de los tiempos y que el buen paño en el arca ya no se vende.
Al final, queridos lectores, la cosa continúa como siempre, sin más secretos: calidad, calidad y calidad. La tecnología es un medio, la calidad un fin en sí misma. No hay empresa que subsista sin esfuerzo, inteligencia y determinación, esto es, las cosas bien hechas. Como siempre.
LA APUESTA DE PEPE HIDALGO
Todos los lectores de Preferente.com saben que Juan José Hidalgo es un empresario atípico. Pero es un empresario. Nació de la nada y se morirá con las botas puestas. Como ha roto a lo largo de su vida todos esquemas ‘stándares’, en unas ocasiones sus apuestas han tenido éxito; en otras jugadas fracaso. Pero ahí sigue inhiesto como un junco de Villanueva del Conde.
Lo único que sabemos es que se ha ido a Venezuela, se ha entrevistado con sus líderes (tras muchos esfuerzos, tesón y trabajo), ha conseguido desbloquear una clarísima situación injusta para los intereses de su Grupo y héte aquí que anuncia el aumento de frecuencias semanales entre la capital de España y la venezolana. Precisamente, cuando ni Dios da un chavo por Maduro y sus inexportables mariachis.
La apuesta, como subrayaba antes, es arriesgada. En breve podremos comprobar si con justeza o sin ella. Porque ese entrañable país hermano que es Venezuela vive asfixiado por una situación política que golpea de plano en su industria turística, tan necesaria para su propia supervivencia.
JJH siempre tuvo una flor en el culo…currándoselo, claro. Esa salida venezolana a un problema que había atenazado las cuentas de su Grupo es lo menos que el gobierno caribeño/bolivariano de aquel país podía hacer con un empresario español que, además, le va a permitir enlazar Madrid con Caracas con muchas más frecuencias.
Fardar de viajar...apúntelo...a tolmundo le mola viajar, por la patilla mejor. Y eso es lo que hacen el noventa y siete por ciento de los influenciadores que se maquean ante su supermovil de mil euros, tambien conseguido por comentar de el en algun lugar... esto ser simple opinion nada mas.
Tiene guassa de la Tomasa que este sector...mejor dicho a sus profesionales se
les haya dejado en simples soplagaitas siendo casi todos tecnicians assesors y que la profesión; por tantos envidiada, que han desarrollado estos maestros,es ahora practicamente un mundo en desecho...sustituidos por un@s element@s, tan capullit@s, que no han tenido ni tiempo de darse cuenta de su ni p. idea tengo
Divertido es ver tambien como empresas y "grandes" profesionales deste sector apoyan; que no ahombran, a est@s "quintos elementos" con un morro depredador.
Que mal llevan algunos quedarse atrás.
Habla usted por los profesionales de verdad o por los como usted cantamañanas
Porque si hacer lo que los influenciadores es ir hacia adelante...usted dirá