Cuando FITUR 2019 está a días de poner alto el listón para reivindicarse así misma como Feria y como el cónclave por excelencia del turismo mundial, el sector español se auto examina también en breve a través de uno de sus lobbys más excelsos que se conoce como “Exceltur”.
Lo primero es siempre antes que nada. Reconocer, como es de ley y de justicia objetiva, el trabajo llevado a cabo por José María González durante el tiempo que ha estado presidiendo y representando a “Exceltur” que reúne en su seno a los 23 grupos turísticos más decisivos de España y a sus principales emprendedores.
González se marcha en un momento clave después de haber anotado en su haber récords nacionales y específicos y encarar 2019 con una situación en la que se hace más necesaria que nunca una refundación de la oferta turística y del Sector en general.
Todo parece indicar que será sustituido por otro grande del Sector y ampliamente conocido dentro y fuera de nuestras fronteras, Gabriel Escarrer Jaume, CEO de Meliá Hotels Internacional. También la llegada a la presidencia de “Exceltur” de Escarrer se produce en un momento clave.
Conoce como nadie lo que el turismo representa para la economía nacional, su capacidad de redimensión y, sobre todo, el efecto multiplicador que para esa economía tiene el Turismo. Tiene en lo que represente el llamado “efecto multiplicador” en la generación de empleo tras seguir aportando casi el 12 por ciento del Producto Interior Bruto Nacional.
Gabriel Escarrer ha conocido, asimismo, diferentes experiencias (unas buenas, otras regulares y otras necesariamente perversas) en los últimos tiempos impulsadas desde el poder público. Precisamente en su tierra natal. Desde todas esas atalayas su llegada a “Exceltur” se me antoja interesante, sumamente interesantes. Tiene la posibilidad, con la fuerza que ofrece el acompañamiento del resto de los grandes empresarios del sector, de plantear a los distintos representantes públicos esa “excitación” que debe impulsar nuevas medidas de apoyo y extensión al conjunto del sector turístico español, ahora mismo en antiguas y nuevas encrucijadas. Uno de los principales retos, sin duda, es la transformación tecnológica de todo el amplio abanico que tiene que ver con el turismo: desde el transporte al alojamiento, la apertura de nuevos mercados y la sostenibilidad del medio.
El 2018 se ha despedido sin mucha gloria y alguna pena en lo que se refiere al Sector que nos ocupa. Disminuyó el número de visitantes pero tampoco es algo que parezca preocupar a unos y a otros. Si se ha dado, desde luego, la voz de alarma ante el renacimiento de nuestros competidores en el mercado mediterráneo. Pero el futuro depende casi exclusivamente de nosotros, sin olvidar que estamos en un mundo abierto, globalizado y necesariamente pequeño.
De modo y manera, que 2019 debe representar el fin de algunas cosas y el comienzo de otras muchas, en positivo, naturalmente. El turismo es una conquista de la civilización y ante ello no se pueden poner puertas al campo.
Dicho de otro modo. Quizá “Exceltur” como organización representativa de nuestro turismo tenga suerte si, en efecto, Gabriel Escarrer se sube al puesto de mando. Pero en esto como en tantas cosas el viaje no puede ser en solitario.
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