El presidente del Grupo Globalia, Juan José Hidalgo, ha dicho este viernes en una entrevista en el canal 24 horas que lo único que quiere es recuperar el dinero que le adeuda Venezuela y que asciende a 176 millones de euros. "Me deben 200 millones de dólares y lo único que quiero es que me los paguen", ha dicho Hidalgo.
El empresario ha admitido que, si se recrudece el conflicto político en el país venezolano, su compañía aérea está preparada para salir de allí aunque el objetivo es seguir operando los vuelos entre Caracas y Madrid, y que transportan unas 250 personas a diario (Air Europa maquina un plan para argumentar su pacto con Maduro).
"No voy a renunciar a una operación que es importante para la empresa", ha dicho Hidalgo, quien ha recordado que, además de Air Europa, todas las compañías aéreas, siguen operando en Venezuela pese a la situación política actual. "No me gustaría que hubiera un conflicto, me gustaría que nosotros siguiéramos operando", ha agregado Hidalgo, quien tampoco se ha querido decantar sobre sus preferencias políticas. "Yo me lavo las manos, no me quiero opinar", ha sentenciado (Hidalgo no duda: “Vamos a seguir operando en Venezuela”).
El empresario, además, se ha pronunciado sobre las consecuencias de un Brexit duro y ha admitido que la situación puede ser complicada para los intereses de Europa, pero ha dejado claro que espera que se cumpla la normativa comunitaria por la cual más del 50 por ciento del capital de las aerolíneas debe estar en manos europeas, una situación que perjudica a Iberia. "La Comisión está muy dura, espero que no haya chanchullos. ¿Por qué se va a cambiar? Yo la defiendo porque le viene bien a Air Europa como compañía española", ha declarado Hidalgo.
Después del escándalo de residentes... tendrás cara de hablar de chanchullos
Si hay algo que define la trayectoria empresarial de "Pepe Aviones" es justo esa palabra. "Chanchullo". Sobre todo, chanchullos con alguien en las administraciones haciendo de gancho. Gancho para hacer, para no hacer, para dar licencias, ayudas, permisos, contratos, no ver irregularidades...
Chanchullo. ¡Qué bonita palabra!