Level abre base en Ámsterdam, en competencia directa con Vueling

Level, la filial low-cost del grupo IAG, nació con base en Barcelona, para ofrecer vuelos de largo recorrido, fundamentalmente a América. Después abrió base en París, con el mismo objetivo de cruzar el Atlántico. Sin embargo, la sorpresa surgió cuando, en contra de lo que se esperaba, Level también se convirtió en una compañía low-cost de vuelos de corto radio, con base en Viena. En ese momento, se esperaba que IAG fuera a potenciar Vueling, la low-cost española propiedad del grupo.

Si todo esto le ha sorprendido, mucho más inexplicable es que Level abra ahora una base en Ámsterdam, donde Vueling también tiene base. Y peor, que repita los mismos trayectos que Vueling, en una maniobra aparentemente incomprensible, salvo que el grupo definitivamente haya adoptado la decisión de ir desplazando a la española de los vuelos en ciertas rutas europeas.

Level opera desde esta semana en Amsterdam su segunda base para vuelos de corto radio. Los vuelos inicialmente previstos son a Roma –ruta popular con Vueling, aunque aún no tiene aviones para ella y vende los billetes para Vueling–, Viena, Milán, Barcelona –de nuevo, una ruta de Vueling– y Fuerteventura. En el futuro añadirá Lisboa. Igualmente, en unas semanas inciará los vuelos a Londres Luton, exactamente en el mismo trayecto que Vueling hace siete veces por semana. La diferencia es que Level sólo volará seis veces por semana (Level retoma la ruta Alicante-Viena con el doble de asientos).

Los billetes para Londres ya están a la venta por 19 euros por trayecto, por ejemplo, minando la base de negocio de Vueling.

Nadie en el grupo IAG ha dado explicaciones de esta política en la que Level no sólo replica algunas rutas de Vueling sino que apuesta directamente por aeropuertos como Amsterdam, donde la low-cost española está asentada (Level reta a Norwegian con su plan para crecer desde El Prat).

Vueling, además de Barcelona, tiene una gran presencia en Francia y en Italia.