Hoteles baratos o ¿mejor caros?

Mientras se extiende el efecto devastador por la quiebra de Thomas Cook entre el turismo español –hoteles, operadoras de aviación civil, handling, etc…– y los principales actores de nuestra industria se percatan en carne viva que este negocio hay que mimarlo desde que sale el sol hasta el ocaso, se ha abierto un nuevo debate: ¿Hoteles baratos y llenos o caros y con escasa ocupación?

El columnista optaría por la segunda con plena ocupación. Pero esto es como ser guapo, rubio, generoso y encima inteligente.

Bien. En España, probablemente, tengamos, dentro del primer mundo y en un contexto europeo, los mejores hoteles al mejor precio. Nada que ver, por ejemplo, con lo que sucede en Gran Bretaña (salvo los pequeños negocios de Bed&Desayuno) y qué decir de los Estados Unidos. Me lo decía un familiar mío hace escaso tiempo cuando me hacía cruces de los precios que en Boston tenían los hoteles y la calamidad de calidad que contenían.

-Olvídate, lo de España es otra cosa…No hay otro caso igual en el mundo.

Pudiera ser. Hay empresarios hoteleros de éxito que abogan por una subida de precios generalizada. Argumentan que es el único camino disponible para mantener la calidad, conservar los puestos de trabajo y que sus empleados tengan unas condiciones dignas.

Otros, Kike Sarasola, por ejemplo, tan variopinto y pagado de sí mismo, hace juegos mediáticos y malabares para vender auténticas chorradas como es dar más días de asueto a sus empleados, trabajo que deberán hacer sus compañeros, esto es, con el mismo personal distribuir de otra forma el tiempo. Sarasola, por cierto, que gestiona en Miami un pequeño hotelito donde por necesidades del invitador me tuve que alojar unos días. ¡Jamás en mi vida había estado en un establecimiento hotelero más caro y de menor calidad! Un auténtico desastre. Ya dejó escrito el otro que el talento no se hereda.

Volviendo al tema que nos ocupa. Yo no tengo una opinión definida ante el dilema precio/ocupación. Entiendo, por experiencia vital, que las reformas hay que hacerlas con cuidado pero hacerlas si fuera menester. Durante el “boom” hotelero en España todo el mundo se subió al carro. Y no es oro todo lo que reluce. Cadenas hoteleras como tal sólo hay unas pocas.

Pero no está mal que empiece el debate. Primero, las ideas; luego la acción.

IMSERSO: TARDE, MAL Y CONFUSO

Finalmente, el Imserso se decidió a poner en marcha su programa para personas mayores 2019. Tarde, mal y caro. Es el máximo reflejo de qué ocurre cuando se pone al frente a personas que no saben y resultan incompetentes. 2019 será el principio del fin.

El Gobierno del señor Sánchez, que siempre tiene en la boca lo de lo “social”, ha demostrado, además de ineptitud, escasa voluntad política por el relajo de nuestros mayores. El desastre ha sido aprovechado convenientemente y gracias a Dios por la iniciativa privada que terminará comiéndose de un bocado al programa público.

Lo que el Sector espera, al menos, es que si el próximo gobierno de España tras las elecciones generales tienen el mismo color vencedor, sus responsables manden a galeras a toda esa caterva de inútiles/ganapanes.

Desgraciadamente, no lo verán mis ojos.