El escándalo de Alitalia empieza a ser sorprendente incluso para Italia. Ayer, se produjo la séptima prórroga de situación provisional de quiebra en la que se encuentra la compañía, una ha vuelto a fracasar la operación de venta. Ni la empresa pública Ferrovie dello Stato (la Renfe italiana) ni Atlantia, el consorcio de la familia Benetton, que explota una parte importante de las autopistas del país, se han comprometido y han pedido una prórroga que supone que Alitalia va a llevar ya dos años y medio en quiebra.
Como el dinero se le acaba, este miércoles se confirmó que será necesario un nuevo préstamo, expresión que en realidad oculta una donación, porque la compañía no tiene posibilidades de devolver el dinero que le entrega el Gobierno. Europa, mientras tanto, no ve nada.
Los dos puntos de litigio que impidieron el acuerdo fue que el Gobierno no ha asumido su compromiso económico para hacerse cargo de los despidos que los compradores no quieren pagar y, en segundo lugar, se pide a Delta, el socio industrial, el único que sabe de verdad de aviones, que asuma más compromiso en la futura empresa, dado que sólo tiene el 10 por ciento del capital.
El lunes pasado, dos años y medio después de la quiebra de la compañía, los comisarios que gestionan lo que queda de Alitalia, se reunieron con emisarios de Lufthansa que, supuestamente, estaría dispuesta a participar en el capital de la nueva compañía, lo que sería una alternativa a la americana Delta.
Mientras tanto, el Gobierno va a tener que aportar en breve unos 300 millones de euros adicionales para mantener la compañía operativa.
Todo ello de vergüenza a la italiana. Y la Union Europea desde el primer dia haciendo dejacion de sus funciones permitiendo todas estas ilegalidades.