Mientras toda Europa se pregunta cómo Ryanair ha llegado a ser tan grande, a su rebufo, escondida, casi sin hacer ruido, ha crecido una aerolínea que ha llegado a los 215 millones de pasajeros desde que empezó a operar apenas hace 15 años: Wizzair es, en perspectiva, la aerolínea europea que más ha crecido. Hoy tiene 119 aviones, pero tiene encargos de nuevos aviones suficientes como para llegar a los 300, contando con que retire algunos de los actuales.
En 2018 transportó 34 millones de pasajeros. Su base principal es Budapest, pero esto es muy relativo. Es, desde luego, un fenómeno de la aviación, apenas tomado en cuenta en países como España.
Ahora mismo Airbus tiene pedidos de Wizzair para 250 aviones, el doble de su flota actual. De ellos, 20 son Airbus 320 XLR, extra largos en su alcance, porque la compañía quiere aumentar su radio de operaciones en el este de Europa, su mercado principal. “Hoy estamos operando algunas rutas en el límite de nuestro alcance, entre 5 y 6 horas, pero con los aviones XLR pretendemos extender el radio de cobertura a las 7 y 8 horas. Estamos negociando con mucha gente en Europa y más allá para ampliar nuestras rutas”, indica la compañía a una revista turística especializada. Esto significa que Wizzair tiene la India y probablemente Estados Unidos en su radio de opciones de futuro.
Este año 2019, la compañía espera un crecimiento del 15 por ciento en el número de pasajeros, alcanzando los 40 millones anuales por primera vez, partiendo de 25 bases diferentes. El director general, Stephen Jones admite que “muy pocas aerolíneas pueden exhibir este crecimiento en apenas 15 años”.
Ahora mismo la compañía está esperando ansiosa sus nuevos A321neo. “No hay dudas en la industria de que el A321neo es el mejor avión de un pasillo disponible hoy. Cuando nosotros, con nuestro modelo de negocio, llenemos los aviones de 239 asientos, las estadísticas van a reflejar un gran cambio” en materia de contaminación por pasajero. Con 57.7 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro, la compañía se proclama la menos contaminante de toda la aviación.
Este mes de junio pasado la compañía basó su décimo quinto avión en Budapest, dos más en Debrecen –la segunda ciudad de Hungría-- y acaba de lanzar vuelos en Kiev, Kharkiv y Bruselas.
Con sus bases en el Este de Europa, uno diría que Wizzair tiene poco en común con Ryanair, excepto que el Reino Unido es para ambas su primer mercado. On tercio de los vuelos de Wizzair parte o llega al Reino Unido.
Por ejemplo, entre Londres y Budapest tiene cinco vuelos diario en cada sentido. Por eso el Brexit les afecta “en tres niveles, primero el derecho a volar; segundo en la demanda del mercado y en tercer en la propiedad y control de las aerolíneas”. Por eso Wizzair ha creado una filial propia con base y estructura británica. “Legalmente es una compañía separada, lo que nos concede el derecho a volar”, dijo Jones.
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