La gran mayoría de las compañías aéreas que tienen base en Viena pierden dinero porque Austria es hoy el terreno escogido por Ryanair para librar una batalla sin cuartel contra todas, usando su marca Lauda. Con Lauda, están en la batalla también Wizzair, Level y en menor medida Easyjet, de forma que todos están pasándolo mal económicamente. La víctima más importante es Austrian, cuya base principal está allí, y Eurowings, la low cost que el año pasado batió todos los récords en pérdidas. Las dos son filiales de Lufthansa.
Se veía que algo tenía que suceder y este viernes lo anunció Die Presse, el periódico vienés: Austrian va a despedir hasta 500 trabajadores, en un intento de recortar sus gastos hasta en 100 millones de euros.
La noticia indica que la filial de Lufthansa pretende redimensionarse para 2020 (en la misma línea que lo anunciado por Brussels Airlines, también filial de la alemana). Austrian ha presentado un recorte de 60 millones de euros que podría llegar a los 100 millones. La dirección no lo ha confirmado, pero no lo ha desmentido. Peter Thier, el portavoz de la aerolínea, dijo que se ofrecerá información el próximo 7 de noviembre, con motivo de la publicación de las cifras del tercer trimestre del año.
La nueva estrategia de Austrian consiste en fortalecer Viena pero expandir las operaciones a otras ciudades austriacas, de forma descentralizada (Innsbruck, Salzburgo o Klagenfurt son las opciones).
Igualmente, el periódico vienés publica el deseo de Austrian de retirar de su flota los 16 aviones Bombardier Dash 8 Q400 que aún tiene y reemplazarlos por 10 A320.
Hoy en Viena están operando 16 compañías low-cost, entre las que destaca la agresividad en los precios de Lauda, filial de Ryanair, y de Wizz Air, la húngara.
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