Los trabajadores de Thomas Cook exigen dejar de ser "rehenes"

Los trabajadores de Thomas Cook en Palma se han concentrado este miércoles ante la sede de la empresa en el polígono de Son Valentí para exigir una salida a su situación laboral. Desde el 23 de septiembre, día en que quebró el turoperador británico, están obligados a asistir a su puesto de trabajo a pesar de que no tienen ninguna tarea asignada. Reclaman que les concedan un permiso retribuido para comenzar a rehacer su vida laboral sin tener que renunciar a sus derechos adquiridos, a la espera de la extinción de su contrato por parte de la administración concursal (Quiebra Thomas Cook tras 178 años de historia).

"Nos hemos reunido con el fin de manifestar nuestra disconformidad sobre esta innecesaria situación de rehenes en que nos encontramos", ha señalado Valeria Kniaz, empleada de Thomas Cook encargada de leer el comunicado de los trabajadores. Reclaman al administrador concursal que emita los permisos de trabajo correspondientes "para liberarnos de esta situación y podamos continuar con nuestra búsqueda de trabajo sin perder nuestro derecho que nos hemos ganado con nuestro trabajo" (Thomas Cook Mallorca: los trabajadores se debaten entre la angustia y la esperanza).

Los empleados han recordado que han asistido cada día a su puesto a pesar de no tener carga de trabajo y a pesar de no haber cobrado la totalidad de los salarios. Han anunciado que resistirán hasta el final por sus derechos adquiridos y "repetiremos esta asamblea todos los miércoles hasta que nuestra situación no sea regularizada, queremos los permisos retribuidos ya y la ejecución de nuestros contratos".

Entre 100 y 150 trabajadores ya han abandonado Thomas Cook renunciando a su indemnización. Otros  500 empleados, que aún permanecen en el turoperador, han cobrado la nómina de septiembre a final de octubre, aunque recuerdan que no en su totalidad. Sobre las prometidas ayudas de 500 euros anunciadas por el Govern, los trabajadores han informado que, justo quince minutos antes de la asamblea de este miércoles, el SOIB se ha personado en el centro de trabajo para comunicarles que las cobrarán la semana que viene.  

Los empleados recuerdan que con las quiebras de Orizonia y Lowcosttravel se concedieron permisos retribuidos a los afectados en una semana o diez días, al igual que ha sucedido esta vez con sus compañeros de Thomas Cook en Alemania o Reino Unido. "Si alguno tiene una oportunidad de empezar y reemprender su vida laboral en otro destino, por favor que nos den un permiso sin que esto afecte a nuestros derechos adquiridos, que llevamos diez, quince, veinte años trabajando.  Muchos de nuestros compañeros ya han tenido que renunciar a sus indemnizaciones para empezar a trabajar en otro lado porque las hipotecas se han de pagar, los niños comen, la gasolina...", ha señalado Joan Ortuño, trabajador de Thomas Cook desde hace veinte años, que reclama una solución ágil para los 500 afectados.

Ortuño relata que el día a día en el centro de trabajo de Thomas Cook es duro porque "la gente está muy descontenta y hay dramas familiares". Asegura que son pocos los empleados que tienen carga de trabajo. "Hay compañeros en administración, recursos humanos, informática que trabajan diariamente un montón de horas porque el administrador concursal les solicita informes, pero la inmensa mayoría llegan por la mañana, se cruzan de brazos, miran internet, hablan con los compañeros, toman un café...y pasan el día cruzados de manos; el ambiente no es positivo", concluye Ortuño.