Con el gobierno de Mauricio Macri, Argentina legisló en favor de la aparición de aerolíneas low-cost. JetSmart, Fly Bondi y Norwegian se instalaron y se han hecho un hueco. Pero el peronismo se opuso. Ahora Alberto Fernández llega al poder y las cosas empiezan a estar difíciles.
Los primeros problemas los sufre FlyBondi, la más ortodoxa de las aerolíneas. Su director general era Julian Cook, quien ha intercambiado mensajes con “Empresarios por el cambio”, un grupo de directivos favorables al peronismo. Cook se manifiesta contra la política peronista, contraria a las low-cost. Y eso le ha llevado a abandonar FlyBondi y volver a Londres, donde estaba antes de emprender su aventura en Argentina.
En esos mensajes a los empresarios, Cook se confiesa triste con el resultado electoral porque supone el regreso de Cristina Kirchner. Cook también criticó algunas cosas de Macri, diciendo que “lamentablemente, Macri falló en muchas cosas: no reestructuró Aerolíneas, que aún sigue costando 680 millones de dólares al año, una ofensa en un país con el 30 por ciento de pobreza”.
El caos argentino ha incluido una fuerte devaluación de la moneda. Se ha pasado de un dólar a 20 pesos a hoy un dólar por 60 pesos. Como los costes de las aerolíneas son en dólares, es fácil ver el efecto.
Pero los errores de Macri son poco ante lo que viene. “No, yo no sé cómo FlyBondi puede seguir con este gobierno. He dimitido de mi cargo y vuelvo a Londres en diciembre”. Y añade: “Os deseo lo mejor. Yo amo Argentina y espero que un día se acabe el cáncer del peronismo, que destruye el país poco a poco desde hace décadas”.
Ahora los accionistas de FlyBondi intentan reposicionarse con el nuevo gobierno, mostrándose más dóciles, a ver si sobreviven. Como se imaginan, los inversores ahora dicen que no saben nada de Cook.
La esperanza es que el nuevo gobierno termine por aceptar la supervivencia de las low-cost, cuya popularidad es importante.
Peronismo, populismo de izquierdas es un cancer para la economía. Me temo que es lo que nos viene a España con Iglesias marcando el paso a Sánchez. Terrible.