¿Qué clase de negocio ha hecho LOT?

¿Tiene sentido la operación que ha lanzado la aerolínea polaca LOT sobre Cóndor, la aerolínea alemana que se salvó del hundimiento del Thomas Cook?

Para mí es una operación bastante estrambótica, peligrosa, por los siguientes motivos.

En primer lugar, miren a los competidores: ¿por qué ni una sola aerolínea de todo el mundo se presentó a la oferta de venta de Cóndor? Ni siquiera Lufthansa, para quien Cóndor podría ser una socia interesante, a la que conoce perfectamente porque fue parte del grupo hasta hace veinte años. Los otros dos inversores que mostraron interés en Cóndor eran financieros: un grupo americano, Apollo, y uno británico, Greenbull (La polaca LOT compra la aerolínea Condor). 

Segunda razón: la flota de Cóndor es una carraca. Tiene un montón de Boeing 767 y 757 de los que ni uno tiene menos de 25 años. Incluso en la flota de corto radio, que está compuesta por Airbus 320 y 321, tampoco hay nada de menos de diez años. LOT tendrá que tirar de talonario para poner la flota al día.

Tercera razón: Cóndor debe salir corriendo a buscar mayoristas que le llenen sus aviones. Hasta ahora, cuando usted compraba un viaje organizado en una agencia de Neckermann, por ejemplo, el vuelo en Cóndor venía incluido. Ya no más porque ya no hay agencias de viajes que vendan paquetes que incluyan a Cóndor. La compañía, que estaba con el agua al cuello, ha estado buscando clientes directos a través de la página web, pero todos sabemos que allí hay algunos competidores casi imposibles como Lauda, WizzAir, Ryanair o Easyjet.

Cuarto: el futuro, desde luego, no está en los viajes organizados. Cóndor ahora depende de ellos más que nunca y, por supuesto, estos viajes no van a morir mañana, pero no parece que sean el futuro.

Quinto: el presidente de LOT ha dicho que su compañía nunca debió de haberse desprendido del negocio chárter. Probablemente sea cierto, pero estaba hablando del charter polaco, una economía emergente. Pero esto de una aerolínea polaca con un charter alemán parece una mezcla con riesgos importantes, no menos por los costes que tiene Cóndor, muy alemanes.

Y, muy especialmente, por la competencia. Específicamente en el terreno de Cóndor, hay una competencia que se llama Tui. Tui sigue operando en Alemania con su aerolínea y sigue siendo muy competitiva. En Polonia hay un competidor que se llama Sun y que es filial de Ryanair, con precios y costes de Ryanair. Y, después, Ryanair, WizzAir, Easyjet, Level, Eurowings, todos presionando en el mismo sentido. 

Finalmente, en abril vence el préstamo de 380 millones que le hizo el estado de Hesse y el gobierno federal alemán a Cóndor. No parece que vaya a haber grandes problemas para devolver el dinero, sobre todo si detrás está una empresa solvente como sí es LOT. Pero es otra necesidad perentoria en un horizonte que se antoja bastante ajustado.

LOT va bien. Está creciendo y tiene clientes. Dispone de una flota moderna y su gestión es muy profesional. Pero está sola en el mercado de largo radio polaco, un país en crecimiento. No es lo mismo ese mercado que el vacacional de verano, muy competido, sobre todo en Alemania.

En todo caso, el tiempo pondrá las cosas en su lugar.