La Junta de Castilla y León acaba de comunicar que ha pedido al Gobierno y a la Conferencia Episcopal la suspensión de la Semana Santa por el coronavirus, según ha revelado el vicepresidente y portavoz autonómico, Francisco Igea. En círculos eclesiásticos españoles se ve “probable” que se cancelen algunos actos multitudinarios durante la Semana Santa, que son un importante atractivo turístico en zonas como sobre todo Andalucía, en especial Sevilla y Málaga.
Las hoteleras ya venían contemplando un escenario adverso para estos días de pico de ingresos, que puede confirmarse si finalmente se prohíben actos multitudinarios como también lo son los partidos de fútbol de la Liga, de momento aplazados sin fecha prevista para su vuelta a la espera de que nuevos avisos.
Eventos de más de 1.000 personas han sido prohibidos, y atractivos turísticos como las fallas han tenido que cancelarse, así como festejos taurinos y conciertos, además de los viajes del Imserso, lo que ha afectado a la hotelería valenciana, y un aluvión de reducciones de horas laborales, ante ocupaciones que en el caso de Madrid promedian el 15 por ciento (Los hoteleros madrileños exigen ayudas ante la bajada de la ocupación).
Además, se espera el cierre de ciertas zonas que son focos de contagio del coronavirus, como áreas de Madrid, que podrían anunciarse este sábado, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prohibiera durante un mes los vuelos entre su país y Europa.
La Conferencia Episcopal, al parecer ha pedido la cancelación de procesiones y demás actos, a pesar de que el alcalde de Sevilla, saliera proclamando a los cuatro vientos, "por Dios y por los santos", metafóricamente hablando y con todo respeto, que las procesiones en Sevilla salían, en un alarde, de aquí estoy yo.