Querido sector turístico: por qué superaremos esta crisis

Nuestro querido sector turístico español afronta su mayor crisis, provocada por la pandemia del coronavirus, que no tiene precedentes en la historia de la humanidad. Y superará esta crisis, antes o después, por un motivo por encima del resto, y ese es el capital humano en turismo de España. 

Cientos de miles de empleados --de agencias, hoteles y aerolíneas--, que están mostrándose más ejemplares que nunca, merecen todo el apoyo y cariño en estos difíciles momentos. Y junto a este reconocimiento, debemos albergar la certeza y esperanza de que nuestras capacidades siempre tendrán valor, por mucho que durante un tiempo la crisis nos pueda achicar los ingresos y nos obligue a ajustarnos.

Como se demostró en los cinco años de crisis entre 2008 y 2013, cuando los inversores extranjeros confiaron en España gracias a su capital humano, este activo siempre permitirá al país recuperarse, antes o después. Porque España, también gracias a sus valerosos empresarios bastante internacionalizados, siempre será una referencia mundial en conocimiento turístico, y por supuesto como destino.

Es innegable que el sector turístico español afronta probablemente hoy la peor semana de su historia. La paralización del país va a obligar a un aluvión de despidos y de reducciones masivas de jornada. Se da por hecho que en los próximos días habrá quiebras, algunas sonadas, y que también deba haber rescates públicos. Pero en adelante, con una economía de guerra, el objetivo es aguantar redimensionados para cuando vuelvan tiempos mejores, que seguro llegarán.

La economía se enfrenta a una caída sin precedentes, y a un horizonte devaluación general de sueldos y de activos. Los gastos superfluos van a desaparecer durante un tiempo, y todos nos acostumbraremos al nuevo escenario. Pero España tiene más fortalezas turísticas que nadie para recuperarse tan agudamente como rápida está siendo la caída. 

Hoy todo cambia a una velocidad inimaginable, como prueba la evolución de la crisis la pasada semana, del lunes al viernes, y eso también es un motivo de esperanza. Porque por ejemplo la caída de Thomas Cook, la mayor quiebra turística de la historia, parecía que alteraría los cimientos del turismo mundial, y en apenas un mes el sector estaba prácticamente recompuesto.

Además, España demuestra estos días ser un país único; ingenioso, divertido y resistente. Y conmovedoramente humano, como prueban los emocionantes aplausos en los balcones para los sanitarios. Los profesionales turísticos --agentes, camareras de piso, TCPs, recepcionistas o pilotos-- han salido adelante por valores como estos, que son los que hacen al sector más atractivo para cualquier turista, y al destino como el primero vacacional del mundo, con unas infraestructuras, seguridad y sanidad como nadie en nuestro entorno, más allá de la gastronomía, cultura, historia, clima o paisaje.

Querido sector turístico español: superaremos esta crisis, inaudita nada menos que en toda la historia contemporánea, gracias a nuestro capital humano. Va a ser difícil para todos readaptarnos a un cambio tan brusco como el que se avecina, pero una vez acostumbrados, en ningún momento hay motivos para perder la certeza de que, aunque lleve tiempo, el empleo volverá, los proyectos volverán, y llegará el día en el que entraremos de nuevo en una espiral positiva de ilusión, en que sintamos que el futuro será mejor que el presente.

Jamás perderemos lo que somos, y toda la familia turística de toda España y el mundo, que debemos permanecer más unida que nunca, mantendrá en Preferente a su más poderosa referencia informativa en el sector económico más humano, liderando el periodismo en nuestro querido turismo. Vienen días difíciles, históricos e irrepetibles, pero con grandes dosis de paciencia tenemos motivos irrebatibles para alentar la fe en que los superaremos.