Mallorca: las crisis e hitos en 100 años de turismo hasta el coronavirus

La crisis sanitaria del coronavirus y la posterior recesión que la seguirá van a suponer un punto de inflexión para la economía de Mallorca, cuna mundial del turismo vacacional, que va a verse privada del grueso de viajeros extranjeros habituales durante alrededor de año y medio, entre otoño de 2019 y primavera de 2021, un parón que solo tiene antecedentes en los periodos bélicos.

La industria turística con la expectativa de un gran potencial comenzó a gestarse en Mallorca hace unos 100 años, hasta hoy emplear directamente a 200.000 personas, una quinta parte de la población, y hacer depender indirectamente a entre el 70 y 80 por ciento de la sociedad isleña.

Tras abrir el Gran Hotel en Palma en 1902 y fundarse en 1905 la Sociedad Fomento del Turismo —aún en activo y la primera de España en su género—, el turismo empezó a crecer como industria en Mallorca desde el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918.

En los años 30 se abrieron numerosos hoteles como el Mediterráneo, el Victoria y el Formentor, y los primeros también en Pollensa, Sóller, Alcudia, Andratx, Calviá, Valldemossa, Deiá y Cala Rajada, así como las primeras urbanizaciones en Cala d’Or, Palmanova, Ca’n Picafort, Alcanada o Ciudad Jardín. Así, en 1933 se computaban 3.317 plazas hoteleras y 30.000 turistas.

En los años 50 sigue el crecimiento tras la interrupción por la Guerra Civil (1936-39), el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-45), y la posguerra, y es cuando comienza un incipiente turismo de masas, tras el Plan de Estabilización de 1959, que devaluó la peseta.

En los 60, de este modo, se multiplicaron las plazas hoteleras y la cifra de turistas, hasta que en 1974 se paró el crecimiento por la crisis del petróleo, lo que duró hasta 1977 cuando empieza otro periodo de recuperación. En los 80 continuó el crecimiento en paralelo al ingreso de España en la Unión Europea, y en los 90 se liberalizaron los cielos desde los monopolios públicos, provocando una tendencia alcista que se acentuó con la irrupción en el 2000 de las low cost y de Internet, hasta la crisis financiera iniciada en 2008.

La pandemia del Covid-19 va a suponer un punto de inflexión histórico para Mallorca este 2020, tras un pasado lustro donde la permisividad de las autoridades con el alquiler vacacional disparó el malestar social por la saturación turística, ya que entraron las mismas plazas de este tipo de alojamientos en cinco años que las que se tardó 60 años en regular de las hoteleras.

Una vista atrás a la historia del turismo en Mallorca permite aventurar un antes y un después a esta crisis sin precedentes cercanos, con cambios previsibles en el volumen y el tipo de producto, que va a obligar a la planta hotelera a tener que reinventarse, hasta el punto que ya hay empresarios que hasta se plantean reconvertir sus activos en residenciales, apartamentos, hospitales o geriátricos.