El huevo o la gallina; empresa o empleo

Nos vamos al dilema de que fue primero El huevo o la gallina. La única manera de asegurar el empleo es protegiendo el futuro y la viabilidad de las empresas. Por un lado proteger a las personas vulnerables en esta crisis es fundamental pero la mejor manera de protegerlos ayudando a las empresas a recuperar su actividad, siendo la única manera de general actividad, para que el estado pueda ayudar a esas personas en situaciones límite. 

 

 

Aunque las circunstancias son globales la velocidad de recuperación dependerá en gran parte de la implicación de los gobiernos nacionales y administraciones regionales y locales de cada destino aportando seguridad sanitaria e higiénica.

 

Lamentablemente el desempleo seguirá aumentando tras el estado de alarma, tras los ERTEs habrá compañías que no tendrán bien fondo de comercio suficiente como para incorporar el grueso de la plantilla o bien liquidez para aguantar la recuperación de la actividad que hasta final de este año va a ser pírrica. 

Por otro lado habrá posiciones o funciones que desaparecerán, y dada que la producción será inferior, las plantillas estarán más ajustadas aunque aumentará tanto en compañías de transporte como alojamiento el ratio de personal por cliente dadas las nuevas exigencias sanitarias y de prevención, surgirán nuevas vacantes en cuanto a prevención, higiene y seguridad. Otras, dada la economía de trinchera que vivirá el sector, simplemente se amortizarán hasta que no se vuelva al menos al 60-70% de la actividad previa a la pandemia.

 

Los que se reincorporan percibirán sensación de inestabilidad constante y deberán adaptarse a las nuevas necesidades, habrá procesos que cambien definitivamente en cuanto a servicios de atención al cliente, gestión de incidencias, alimentación y bebidas, limpieza, spas, piscinas...

 

En términos generales, ojalá estemos equivocados, tardará la recuperación al menos 5 años en volver a la situación previa a la crisis una vez se tenga el virus controlado a nivel global, que las personas pierdan el miedo. Este tema es muy importante porque este virus está afectando principalmente a países emisores en el Hemisferio Norte, donde actualmente está desarrollándose con gran voracidad, aprovechando que se ha extendido en invierno y primavera y se prevé remita conforme las temperaturas vayan aumentando. Hay estudios científicos que reflejan que el virus se propaga óptimamente en torno a los 4º centígrados. Surge un problema añadido, en el Hemisferio Sur están iniciándose en otoño, conforme las temperaturas sigan bajando estos países pueden tener un nivel de contagios similares a los que se están padeciendo en Europa o Norteamérica, con lo cual corremos el riesgo que se propague de forma cíclica a nivel global mientras no haya un control sanitario efectivo, y esto va a tenernos en vela al menos durante un año desde que se propagó la pandemia, de hecho el Sr. Bill Gates augura 18 meses desde el comienzo de la expansión del mismo.

 

Otro factor añadido que va a afectar al retorno del empleo es que movimientos como #yomequedoencasa pueda causar el efecto contrario al pretendido, ya que los países van a intentar proteger las economías locales seriamente diezmadas fomentando el turismo nacional, además de mantener fronteras cerradas  pero hay países como el nuestro, y regiones como Mediterráneo, Caribe, Índico, etc que son netamente exportadores de servicios turísticos, no tienen una clientela potencial nacional que pueda nutrir esta oferta lo que ocasionará el colapso de compañías de transporte, agencias de viajes, touroperadores, y esto repercutirá directamente en la válvula de flotación de hoteles y alojamientos turísticos y las empresas de hostelería y ocio y por lo consiguiente distribución, retail y sector primario. 

 

 

Pues la respuesta no es sencilla, cuando se vive en un sector donde la oferta laboral es inexistente, básicamente en cuanto acciones no se puede hacer grandes cosas.

Cualquier iniciativa que se tome para mantener la mente ocupada está bien, pero si igualmente no se tiene la motivación ni el estado de ánimo como para hacer nada, no se puede tener sentimiento de culpa en absoluto, no es necesario hacer actos excepcionales ni ser genuinos necesariamente, no se está de vacaciones, y no es un momento que realmente el periodo formativo en estas semanas cambie radicalmente tu posición frente al mercado en el corto plazo, obviamente cualquier aprendizaje suma, pero todos partiremos de una situación similar y realmente  la clave es llegar mentalmente "sano" al momento que se reactive la actividad. Muchos no volveremos a ser los mismos en cuanto todo esto pero es fundamental que lleguemos con un cierto equilibrio para afrontar las exigencias que se nos van a presentar en el futuro y el orden de prioridades bien marcado.

 

Para concluir, el sector turístico en general es fuerte, las personas necesitan viajar, tanto por placer como negocios y el empleo regresará, los que nos dedicamos a la industria volveremos, será duro, pero volveremos y llegará un momento en el que tengamos cierta normalidad, ahora nos toca estar un tiempo "invernados en la trinchera" y  tras cada tormenta siempre sale el sol.