Norwegian ha cerrado en todo el mundo menos en Noruega, Francia e Italia. Se trata de un golpe absolutamente espectacular, si no mortal, a su proyecto, que aún pende de una ayuda pública. Pero hay una víctima adicional, que lo último que necesitaba es que le dejaran en sus dependencias nada menos que 94 aviones, 92 del modelo 737Max, aún no entregados, y dos 787, también pendientes sólo de ser transportados a Noruega.
Hay un tercer avión 787 que está a medio acabar.
Boeing tiene en sus factorías nada menos que 422 Boeing 737 Max, pendientes de ser entregados. Como el avión no está autorizado a volar, el fabricante los ha ido acumulando. El problema que se intenta resolver en el avión es fundamentalmente informático, por lo que los aparatos están acabados.
La situación para Boeing es tremenda: 150 compras fueron canceladas por Avolon, otras 69 por GECAS y ahora se encuentra con estos 92 737 cuyo comprador era Norwegian, que previsiblemente no los retirará de la factoría.
Las posibilidades de que Norwegian cumpla sus compromisos futuros son bajas. Pensar que sólo con las filiales de Noruega –la importante-- y las minúsculas dependencias de Italia y Francia, pueda asumir 94 aviones adicionales a los que ya opera, es soñar. Todas las demás filiales verán ahora cómo se procede a liquidar sus activos, precisamente en un momento en el que es probable que en el mercado los aviones hayan perdido una parte sustancial de su valor (Adiós a Norwegian en España).
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo