Iberia ha solicitado a las principales entidades financieras del país 1.000 millones de euros para hacer frente a la complicada situación en la que se ve envuelta por la práctica paralización de su flota originada por la crisis del coronavirus.
Esta importante suma, solicitada a cinco bancos y con la garantía del estado, no se destinará para la compra de la compañía Air Europa sino que se utilizará a paliar los efectos generados por el Covid 19.
Iberia está tan afectada como el resto de aerolíneas que conforman IAG y que sus grandes competidoras del mercado europeo y mundial, con aviones parados y decenas de miles de empleados afectados.
La prioridad de IAG en estos dramáticos momentos, los peores de la historia de la aviación comercial, es superar un tsunami que afecta a a sus aerolíneas y a las secuelas que dejará a corto y medio plazo
En ese marco de incertidumbres, impagos y deudas, y pese a que la matriz de Iberia cuenta con algunos recursos financieros, lo cierto es que la prioridad del grupo es salvar a cada una de las aerolíneas que la integran.
A día de hoy, las aerolíneas de IAG han de hacer frente a miles de ERTEs, a cientos de millones de euros de deudas, y a un escenario nada favorable y que se ha agravado con el precio del combustible con un impacto negativo de 83 millones tras la compra de productos derivados que resultó fallida.
Luis Gallego y su equipo negocian con las cinco grandes entidades financieras—Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Bankia- el préstamo de 1.000 millones para afrontar las turbulencias de un sector con profundas heridas y necesitado de la ayuda de un Gobierno sobrepasado y nada ágil.
Iberia no está en condiciones de comprar Air Europa en estos momentos tan críticos, por mucho que se diga que aún está necesitada de slots en el largo recorrido latinoamericano. En todo el sector, incluido en el seno de Globalia, se da por rota la operación tras el derrumbe del mercado aeronáutico.
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