Nuestro querido sector turístico pasa hoy por sus peores momentos anímicos. El cansancio hace mella por la mezcla de ocho semanas de confinamiento, junto a la absoluta incertidumbre todavía por esta temporada alta. Aún siendo la industria más afectada por la pandemia del coronavirus, el gobierno ha demostrado, para más inri, una hiriente insensibilidad y una ignorancia deliberada, según todos los representantes del sector. Pero hay motivos para resistir y no caer en la depresión.
Seguiremos siendo el mejor destino turístico del mundo, en una parte por nuestro clima y paisaje. Pero también porque somos españoles, y siglos de historia demuestran que somos un pueblo especial por nunca rendirse. Somos además empáticos como pocos, y hemos creado una cultura, gastronomía y unas potencias deportivas sin apenas rival. Y junto a ello, contamos con unas infraestructuras de primera (Querido sector turístico: por qué superaremos esta crisis).
Todo eso es permanente, y la crisis sanitaria y económica será puntual. Ningún país tiene un capital humano turístico como España, como prueba nuestro dominio mundial en el nicho vacacional. Este conjunto de fortalezas, por lo tanto, son mucho mayores que las debilidades, y dan certidumbre para imponerse a las coyunturas y a los gobernantes que las agravan, algunos intencionadamente, o por su ineptitud más allá de su genialidad para la propaganda (Gobierno: la gestión turística está al nivel de la sanitaria).
No puede negarse que el corto plazo pinta oscuro para la industria turística. La crisis sanitaria por el coronavirus puede durar bastantes meses más, y luego su posterior recesión será la mayor que habremos padecido. Recuperar los niveles del pasado 2019 llevará varios años. Pero Charles Darwin dijo que en la selección natural no sobreviven los más fuertes ni los más listos, sino sobre todo quienes mejor se adaptan al cambio.
Los españoles tendremos defectos, pero la falta de ingenio y creatividad no es uno de ellos. Pese a quien nos machaca incesantemente desde dentro con lo imperfectos que somos, y pese también a nuestra incapacidad histórica para vender nuestras virtudes, somos líderes mundiales en muchos campos, gracias a habernos sabido reinventar constantemente, gracias a nuestro entusiasmo, a nuestra sociabilidad, y a nuestra alegría que debemos esforzarnos más que nunca en no perderla.
Tenemos por tanto fuertes motivos para confiar en un futuro brillante. No a corto plazo, pero sí desde luego a la larga. Los fondos extranjeros lo avalan, pues mantienen estos días su hambre sedienta por invertir en España, como hicieron en 2013, gracias a los precios de ganga que hoy también ya están buscando. Vamos a vivir en los próximos tiempos una devaluación de salarios y de activos que puede llegar al 30 e incluso al 40 por ciento. Pero poco a poco se irá repuntando, porque somos demasiado atractivos para el resto del mundo.
Para resistir y no caer en la depresión necesitamos autoestima. Ningún sector en España debe tenerla más alta que el turístico. Tenemos crecientes enemigos, pero somos infinitamente más fuertes, más consistentes, más positivos, y más coherentes. Una vez más, tenemos que volver a crear una historia de éxito, como ya lo hicimos el último medio siglo en materia turística. Lideramos el mundo desde hace treinta años en el segmento vacacional, y nuestra pasión y talento nos volverá a convertir en la referencia. Porque, efectivamente, tenemos lo más importante: la pasión y el talento.
El grueso del sector turístico español es una gran familia. Una piña que ha ido por el planeta más unida que lo que lo ha hecho dentro de España, como se ha visto en la asombrosa expansión internacional, y como se siente en las grandes ferias extranjeras. Por lo tanto, debemos ver también lo esperanzador, basándonos en argumentos, y no solo lo desalentador a corto plazo, que inevitablemente concentra ahora las noticias.
Debemos, en suma, luchar para sobreponernos como hemos hecho siempre y en cualquier lugar. Y necesitamos tener perspectiva, sin obsesionarse con el difícil presente, sino salir de la ansiedad para ponderar al futuro con su justo peso, y a lo estructural frente a lo coyuntural.
Unidos, con amor propio, con resistencia, y gracias a todo ello, con fe justificada, no solo saldremos sino que lo haremos fortalecidos. Combatiremos contra quienes rabian para que todo se parezca a su asco y resentimiento. Y el sector turístico siempre mantendrá en Preferente, como en los últimos 30 años, a su arma más efectiva contra quienes busquen minar al turismo. Desde el periódico turístico líder mundial en audiencia e influencia, nuestra lucha se redoblará en impedir que hundan al sector y nos destruyan el ánimo (¿Quiere cargarse el Turismo una parte del Gobierno?).
No lo permitiremos ni perderemos nunca el aliento, porque esta batalla es la que siempre ha dado sentido a todos nuestros esfuerzos. Y la ganaremos como lo hemos logrado cada vez, porque, sin negar que este trance costará más, nuestras razones son superiores. Querido sector turístico, que no se nos olvide: somos el mejor país del mundo, y amamos defender hasta el final a la mejor industria que hay, la de la felicidad y los viajes.
Es un artículo que parece no querer ver que el problema no es el turismo,nunca lo fue,el problema es que un país de un tamaño medio como es España debe intentar diversificar sus apuestas para tratar de minimizar el impacto cuando vienen mal dadas,en este caso la pandemia del Covid19.
Las pandemias siempre han sido algo que hemos visto desde la lejanía ya que sucedían en Africa,el sudeste asiático o en algún lugar de America central o del sur,pero que desde hace muchos años no solían pasar en el mundo occidental,hoy,esta enfermedad nos hace enfrentarnos a la realidad de la vida humana,que fue,es y será adaptarse a un entorno cambiante o no sobreviviremos.
Hasta que acabemos con esta enfermedad pasaremos por momentos difíciles pero debemos remar en la misma dirección,siendo importante saber que dirección tomar,y adaptarnos a un entorno en constante cambio.
Desde cuándo un resfriado que a veces ni se siente para el mundo entero? de verdad crees que habríamos llegado hasta aquí? Venga, venga, el discurso del apocalipsis para la tv, esto es un magazine de economía y turismo.
El mundo se ha parado para hacerte hablar a ti,que lo sabes todo,que pérdida de tiempo,la próxima que te consulten a ti y solucionamos el problema de esta simple gripe en un plis plas gracias a tus amplios conocimientos de medicina,economía etc etc.
Hay gente que no aprende nunca por favor
Estamos a mitad de mayo y el país sigue convertido en un valle de incertidumbre y silencio. No se puede actuar con más maldad. Van a por todas a instaurar la Unión de Repúblicas Socialistas Europeas y el turismo es su objetivo.