Richard Branson, el magnate propietario de Virgin, ha llorado por todos lados pidiendo ayudas para Virgin Atlantic. Como no le han hecho caso, finalmente ha decidido vender 500 millones de dólares de sus acciones en Virgin Galactic, para salvar la aerolínea.
En una declaración presentada en la bolsa de Nueva York, el magnate anunció que tiene la intención de vender 25 millones de acciones de Virgin Galactic, lo que ha propiciada una caída del precio del valor. Virgin Galactic es la empresa que se especializa en viajes por la estratosfera para clientes que estén dispuestos a pagar alrededor de 200 mil dólares por ello.
La venta de estas acciones no supone que Branson deje de ser el propietario, porque apenas es una quinta parte de lo que tiene en la compañía. “Virgin quiere utilizar este dinero para apoyar otras ramas del negocio que están afectadas por el impacto desconocido hasta ahora del virus Covid 19”, dijo el portavoz del magnate en la comunicación a la bolsa neoyorquina.
Branson ha advertido en reiteradas ocasiones que el futuro de Virgin Atlantic está en peligro y que podría llegar a cerrar o quebrar si no logra una inyección de dinero en un futuro cercano. Según algunas informaciones, habría contratado una entidad financiera para intentar vender la empresa pero, evidentemente, el momento no puede ser peor.
Virgin Australia, en la que Branson tenía participación pero minoritaria, ya está en suspensión de pagos y ha sido intervenida judicialmente.
Virgin ya había anunciado varias medidas urgentes en Virgin Atlantic: abandona su base en Gatwick, despide una tercera parte de la plantilla y dejará de volar definitivamente todos los aviones B747 de su flota.
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